lunes, 13 de marzo de 2023

EL PRIMER GRAVE INCIDENTE FUE PROVOCADO POR LA PARCIALIDAD DE ATLETICO DE DIAMANTE EN SU CAMPO DE JUEGO

Claro está que el nacimiento del fútbol no fue patrimonio de la ciudad capital, sino que a los distintos pueblos fue arribando más temprano o más tarde, pero con sus características tan especiales que incluían la violencia dentro del campo de juego y tras la línea demarcatoria de cada cancha.

Algo de ello ocurrió en la vecina localidad de Crespo donde el 25 de Mayo de 1917 se realizó un partido amistoso entre los equipos de “43 F.B.C.” local (el nombre tiene relación con una marca de cigarrillos) y el “Atlético F.B.C.” de Diamante, resultando triunfadores los primeros, todo lo cual generó una gran euforia y la expectativa cierta para el partido de revancha que se jugó el 19 de junio.

Para esta oportunidad numerosos coches se pusieron a disposición para llevar simpatizantes a la ciudad costera, dentro de un ambiente de sana algarabía. Pero en Diamante la derrota anterior había calado hondo en el ánimo y a la hora del partido los simpatizantes de Atlético, quienes al parecer habían diseñado previamente un plan de presión a sus rivales, reclamaban a viva voz que se presentara con los crespenses “el capitán de Paraná”, al parecer un refuerzo que tuvieron en el partido de ida. Los visitantes protestaron a viva voz por ser inexacto y malicioso aquel planteo, pero todo sirvió para que el ambiente se calentara por demás.

Luego de este incidente comenzó el partido y a los 10´ “43 F.B.C.” logra abrir el marcador, lo que provocó de ahí en más las iras de los diamantinos, quienes comenzaron a dar patadas “de la manera más irregular por no decir brutalmente, dando patadas a diestra y siniestra sin ton ni son”.

Así, con estos ataques furibundos, el goalkiper del Diamante, viéndose perdido, lo tomó al forward de Crespo – el simpático Risso – y lo tendió en el suelo, destruyéndole la camiseta, armándose enseguida un barullo general en el que tomaron parte la policía, oficialidad, el ex intendente municipal, quién desenfundó un tremendo revólver de caballería.

Entonces los de Crespo, que llevan mayoría de triunfos y que indudablemente hubieran ganado ese día fácilmente, abandonaron “prudentemente” las posiciones conquistadas, quedando interrumpidas las relaciones diplomáticas con los alborotadores.

Esto ha producido muy mala impresión entre los espectadores imparciales, mucha molestia para los que se creen con razón, conviniendo entonces que tales hechos no se repitan y que haya en adelante más compañerismo, más desinterés, armonía y justicia en estos bellos deportes” [1].



[1] (“La Acción” de Paraná. Viernes 15/6/1917. B.I.P.E.R.)

PRIMER PARTIDO FORMAL JUGADO EN PARA POR PATRONATO

En el encuentro de fondo de aquel domingo 28 de marzo se midieron la primera división del “Centro Recreativo Columbia” contra “Patronato”, que por primera vez presentaba esta división (con ocho jugadores), constituyéndose por cierto en un hecho histórico, la que formó con: Cayetano Calcina en el arco, José Facelli, Bartolomé Gómez, Alejandro D´Ángelo, Victorio D´Ángelo, Félix Cravero, Antonini y Roldán. En Columbia jugaron: Barchi, González, Florián, Cabral, Cepeda, Gorosito, Albornoz y Olmedo, actuando como juez el señor F. Morales.

“A pesar de cierto temor que en un principio se había apoderado de los representantes del Patronato que por primera vez iban a medir sus fuerzas contra un grupo de valientes jugadores supieron éstos desplegar tal maestría que al llegar al descanso podían ya contar con cuatro goal a cero y terminaron el partido marcando seis a uno, coronando así el Patronato su primer esfuerzo con la victoria” [1].

Poco a poco el club de “los azules” de Patronato (esos fueron los primeros colores utilizados), con  su canchita funcionando a pleno, fue formando todas sus divisiones que competían periódicamente. El 29 de marzo jugó el equipo de cuarta división frente al Tercer Año de la Escuela Normal al que derrotaron por 7 a 2, formando con los niños R. del Castillo, D. Morelli, J. Calcina, Barzola, P. Imboden, R. Torra, C. Izaguirre y Ángel Alegre (posteriormente gran crack de los combinados paranaenses a quien llamaban “Golondrina”).

El domingo 1º de abril se realizó el desquite en primera división contra el equipo de Centro Columbia al que derrotaron por dos a uno con los siguientes jóvenes: Cayetano Calcina, F. Facelli, B. Gómez, Victorio D´Ángelo, Alejandro D´Ángelo, Méndez, L. Echeverría y Cravero. Como puede apreciarse por las formaciones las dimensiones de la cancha no permitía el ingreso de once jugadores.  Ese día por la mañana también jugó la segunda división frente a Centro Independiente, al que derrotaron por cuatro tantos contra tres con los siguientes niños: L. Echeverría, A. Roldán, R. Gayoso, Nicolás D´Ángelo, Antonini, R. Cravero, Pellegrini y F. Romero[2].

Para el domingo siguiente en la misma cancha se enfrentaron dos divisiones infantiles de Patronato contra el Centro Independiente.

La Cuarta División estuvo compuesta por los niños Del Castillo, F. Cirineo, J. Calcina,  D. Marelli, C. Izaguirre, R. Izaguirre, R. Torra, A. Alegre, J. Baiz y H. D´Ángelo (sus rivales presentaron la tercera división)

En la Segunda División formaron los jóvenes R. Cravero,  Antonini, Olguín, Pellegrini, Roldán, N. D´Angelo, José María Calderón, F. Romero, R. Gayoso, y L. Echeverría,  habiendo ganado Patronato ambos encuentros.

En el partido de fondo, considerado como el más importante de la semana,  ganó la primera de Patronato al representativo de Centro Tiro Federal, con el arbitraje de F. Morales. Los triunfadores formaron con los jóvenes: Cayetano Calcina, Victorio D´Ángelo, Alejandro D´Ángelo, F. Cravero, B. Gómez, S. Facelli, E. Clotet, V. Ceballos, Olguín y Echeverría[3].

Los partidos amistosos continuaron realizándose con intensidad y el más importante fue el jugado en su cancha por Patronato el domingo 6 de mayo a la mañana contra un equipo formado por los hermanos Molas, el joven Galizzi, Antonelli (luego jugador de Belgrano), Castillo, Andreani, Elio Cirla* y Zapata.

  *Elio Armando Cirla, fallecido a los 24 años el 22 de julio de 1925. (23/7/1925. A. G. de E. R.). Fue un gran jugador de Talleres.

 Este encuentro Patronato lo ganó cinco a tres con el siguiente equipo: Cayetano Calcina al arco; Alejandro D´Ángelo, V. D’Ángelo, V. Ceballos, B. Gómez, J. Antonini, M. Risso y F. Cravero.

Por la tarde la segunda división formada por los niños Olguín, Antonini, Ceballos, A. Roldán, R. Cravero, R. Romero, R. Gayoso y Roldán triunfó por cinco a tres frente al similar de “Independiente”. En esta jornada también estuvieron jugando amistosos los niños P. Calderón, A. Clotet, D. Barrios, Piérola, L. Corné, A. Alegre, F. Bais, N. D’Ángelo, Landi, Méndez, Pintos, Gaitán, Caraballo, Gaggero, L. Echeverría, José Facelli, entre otros[4].

Para destacar la intensidad en la práctica del fútbol con que Patronato inició el año, se rescata que el 13 de mayo la primera división derrotó dos a uno a “Columbia”, con los jóvenes Cayetano Calcina, José Facelli, B. Gómez, J. L. Izaguirre, Alejandro D’Ángelo, José Clotet, N. Risso, A. Roldán, José Antonini, V. Ceballos y F. Cravero. El 20 de mayo por la tarde los jóvenes Cayetano Calcina, José Facelli, B. Gómez, Antonio Roldán, José Antonini, José Clotet, F. Cravero, V. D’Ángelo, V. Ceballos y A. D’Ángelo, jugaron un partido contra el Centro “Mundo Argentino” al que derrotaron por dos  a uno[5].



[1] (“La Acción” de Paraná. Martes 30/3/1917. B.I.P.E.R.)

[2] (“La Acción” de Paraná.. Martes 3/4/1917. B.I.P.E.R.)

[3] (“La Acción” de Paraná. Miércoles 11/4/1917. B.I.P.E.R.)

[4] (“La Acción” de Paraná. Jueves 10/5/1917. B.I.P.E.R.)

[5] (“La Acción” de Paraná. Martes 22/5/1917. B.I.P.E.R.)

LA CRISIS INTERNA DIRIGENCIAL CONTINUÓ EN PARANÁ DURANTE EL AÑO 1917

 Aunque no se pudo obtener mayor precisión respecto a la crisis institucional que se desató en el fútbol local en parte del 1917 y de 1918, es de suponer que la cuestión venía de arrastre del año anterior, en el que las luchas dentro de la conducción del ente rector del fútbol entre representantes de los distintos clubes derivaron en algunos duros conflictos, del que resultaron unos más perjudicados que otros, como el caso particular del Club Estudiantes.

Ante esta situación coyuntural del fútbol asociado de Paraná, en este año comenzó a tomar protagonismo en el ambiente local, gracias al amplio apoyo de la prensa, la incipiente institución del Patronato “Dios y Patria” (luego Patronato de la Juventud Católica), desde donde se comenzaron a organizar campeonatos reducidos e infantiles en los que fueron participando muchas pequeñas agrupaciones, de donde fueron saliendo años más tarde muchos de los jugadores de primera de los clubes ligados, utilizando la cancha que se ubicaba al lado del Círculo Obrero, en inmediaciones de calle Andrés Pazos y La Rioja.

Precisamente, dentro del análisis que se esgrimió tiempo más adelante respecto de las razones por la que había caído tanto la práctica del fútbol en la ciudad fue la renovación de los planteles, más que nada debido al retiro de la actividad de muchos jugadores para dedicarse al estudio.

Así quedó reflejado en una editorial de dos años más adelante donde se opinaba al respecto de esta manera: “En idéntica forma y con igual fin el estéril año que pasó, fuimos formando una especie de encuesta entre las figuras directivas de el foot ball paranaense y de ellas sacamos en conclusión dos motivos que fueron aducidos por casi todos a quienes los hicimos las preguntas:

La partida de los jugadores sobresalientes en los cuadros de jugadores – que iban a las universidades – la desmoralización de los demás con esas partidas, y los temores de los fracasos, incluyó a varios capitanes de teams a no medir sus fuerzas con ningún otro team, pero aquí viene lo curioso, en ese tiempo que se perdió en la nada se hubiera podido entrenar en debida forma a los cuadros, que hubieran perdido un año en entrenamiento se perdona, pero que se malogren en esa forma las justas aspiraciones de los fundadores y aficionados, no es posible creerlo, pero es así.

Palparemos nuevamente la opinión deportiva y su resultado lo daremos a conocer próximamente[1].

Seguramente también se habrá opinado sobre el particular en la primera edición del flamante semanario deportivo que salió a la luz en la ciudad a partir de mayo de 1917, bajo el nombre de “El Sportman”, con domicilio en calle Santa Fe Nº 126, dando preferencia al fútbol de la ciudad, sin descuidar los demás deportes que se practicaban en esa época[2].

Así entonces el Patronato “Dios y Patria” del cura Bartolomé Grella, frente a la Plaza del Seminario, que hasta entonces había trabajado en silencio en su incipiente actividad, avanzaba en la organización de encuentros, más que nada de categorías menores o infantiles. 

El domingo 28 de marzo hubo algunos encuentros, entre ellos, el que sostuvieron en tercera división infantil un equipo de la “Escuela San Vicente” frente al similar de los dueños de casa, quienes presentaron estos jugadores: Dardo Gayoso, Valentín Torra, Antonio Clotet, Luís Corné, Humberto D´Angelo, Dante Morelli, Augusto Barbosa, Piérola y Del Castillo, resultando ganadores éstos últimos por cinco goles a cero.



[1] (“La Acción” de Paraná. Miércoles 9/4/1919. B.I.P.E.R.)

[2] (“La Acción” de Paraná. Sábado 5/5/1917. B.I.P.E.R.)


ÚLTINO PARTIDO DEL AÑO. ENCUENTRO INTERPROVINCIAL

 

SE ENFRENTARON BELGRANO Y ATLHETIC CLUB DE SANTA FE

El domingo 5 de noviembre se jugó el último partido de la temporada entre los equipos representativos de Argentina Athlétic Club de Santa Fe y Belgrano en la cancha de la estación, que había sido suspendido el 1º de noviembre a causa de la lluvia. Los equipos estuvieron conformados de la siguiente manera:

Argentina Athlétic Club: A. Moyano; L. Palavedini y J. Oliver; S. Salina, R. Fruto y P. Oliver; P. Gatti, N. Frutos, J. Maidana, O. Paceros y F. Roni.

Belgrano F.B.C. B. Rabuffetti; N. Molinari (cap.) y Miguel Malatesta; A. Bragado, P. Pedro y G. Calderón; A. Cisneros, D. Calcagno, J. Duccase, J. Lanata y Francisco Gorosito. Referee Ismael Piedrabuena[1].

Como dato anecdótico, se recuerda al gran wing izquierdo Francisco Gorosito, quien “pese a la  grave enfermedad pulmonar que lo llevó a la  muerte, continuaba jugando siempre con una sonrisa a flor de labios”[2]. El resultado no se hizo público.


[1] (“La Acción” de Paraná. Sábado 4/11/1916. B.I.P.E.R.)

[2] (“La Acción” de Paraná. Martes 11/11/1958. “Hablemos de Fútbol” de E. Badano. H. del A. G. de E. R.)


CAPITULO V. ETAPA DE FUERTES CONFLICTOS DIRIGENCIALES

 GRAVES MANIOBRAS DENTRO DE LA FEDERACIÓN

En una de sus reuniones habituales de la Liga realizada el martes 26 de setiembre se produjo un serio incidente ligado a la forma en que varios delegado se complotaron contra Estudiantes, constituyendo “un acto bochornoso para los anales futbolísticos de Paraná”.

Entre los delegado de “Boers”, “San Isidro” y Belgrano” se habían complotado para pedir la anulación de un encuentro en el que Estudiantes le había ganado a Boers. La actitud de los delegados Alonso y Thompson fue enérgica y evitó que su club sea perjudicado como se pretendía. Este hecho volvió a poner en tela de juicio la forma en que estaba constituida la conducción  del fútbol local, en la que influían los intereses de cada uno de los clubes integrantes en perjuicio de la armonía que debería existir, como así también puso de relieve cierta animosidad hacia Estudiantes que se repetía en el tiempo, seguramente porque se evidenciaba determinada superioridad respecto a los demás[1].

La disputa del torneo de segunda división continuó con el partido en que Estudiantes derrotó a Belgrano por 6 a 1 el 15 de octubre con goles Edwards (de penal), Cavallo, Álvarez, Cavallo, Medina y Aliprandi para Estudiantes y Yódice para Belgrano[2].

Esta situación no terminó allí, sino que tiempo más adelante de produjo un nuevo conflicto como producto del reglamento que regía en esa época, ya que los resultados de los encuentros tenía aprobación definitiva recién en las posteriores reuniones de la Liga, donde se daban lugar a ciertos entuertos y acomodos en beneficio de unos y perjuicios de otros, que al final provocó un cisma tiempo después.

Ante este nuevo despojo que se produjo, el delegado de Estudiantes, E. Alonso, publicó la siguiente solicitada: “Lo que ha pasado en la última reunión del martes no tiene nombre, es vergonzoso. La mayoría de los delegados de los diferentes clubs que forman la Comisión Directiva ante ciertos asuntos que afectan a Estudiantes ha puesto de manifiesto su espíritu realmente hostil, ejecutando actos indecorosos que afectan su propia dignidad; aún más, la de los clubs que representan y cosa curiosa, los representantes de aquellos que como más inservibles se han desempeñado en el campeonato son los más obstinados, los que han demostrado mayor encogimiento o cortedad de criterio para todo”.

Opinaba entonces el delegado estudiantil que la institución madre de fútbol local invocaba procedimientos correctos y estricta justicia en sus fallos relativos, y que se había complotado contra Estudiantes “para arrebatar a Estudiantes trofeos adquiridos, ganados ya en legítima lucha, en el campeonato de la presente temporada”.

El 22 de octubre habían jugado las segundas divisiones de Estudiantes y Paraná, ganado los primeros por dos a uno. Este resultado fue aprobado en la siguiente reunión de la Liga con los votos de del citado club, Boers, San Isidro y Belgrano (un voto y una abstención) y en contra de Paraná y un voto de San Isidro, por lo que el partido fue aprobado por seis votos contra tres.

Pero ocurrió que una siguiente reunión se pidió la reconsideración de aquella aprobación poniendo en tela de juicio el comportamiento del árbitro, de quién no se dudaba de so caballerosidad, pero que habría estado “abatatado” al no cobrar un penal a favor nada menos que de Estudiantes, lo que resultó ser un ridículo argumento. Pese a lo descabellado de mismo, al momento de la votación, es reconsiderada la anterior resolución nada menos que con los dos tercios de los votos de los delegados…¡y el partido fue anulado!

“Pero hay todavía algo más curioso. Cuando se realizaba la votación, de los once delegados presentes votaron solo siete por la reconsideración ¡no tenían los dos  tercios,  faltaba un voto! Era simplemente que el delegado de Boers “Cuartillo” (a) Repetto, había votado primero por la negativa después… después lo apuntaron con el dedo y votó por la afirmativa (dicen que un delegado por Belgrano lo miró fijamente, apuntándole con el dedo y que a esto se debe el cambio de su opinión)

Por un lado aplaudimos el comportamiento de Paraná porque ha sabido tender un lazo en el cual se ahorcaron varios delegados, evidenciando sus “justos fallos”, “estricta justicia” y “sano criterio” que evocan a cada paso”.

También perjudicaron a Estudiantes con la final de Tercera División, en el que habían resultado campeones luego de derrotar a Belgrano por 1 a 0 y en la misma sesión se entendió que el árbitro había actuado mal (siendo que había sido propuesto por el mismo Belgrano) entonces éstos últimos pidieron la anulación del encuentro logrando también la aprobación contra Estudiantes.

“Es natural, todo se explica. Belgrano  ganó el primer partido con Estudiantes, creyó ganar también el segundo y como el premio de once medallas de plata era relativamente de poco mérito se optó por cambiarlo por una copa.  Pero el segundo partido lo pierden, la copa se les esfumaba, no podía ser, no debían perderla, el referee había jugado mal según opinaban los complotados, no había otro remedio que calzar guantes blancos…y los calzaron…Y éstos son los dos últimos botones del muestrario” [3]. Estas manifestaciones hechas públicas por el delegado de Estudiantes, E. Alonso, con graves cargos hacia los demás delegados, no mereció ningún comentario en la siguiente reunión de la Liga lo que hizo suponer la aceptación de los mimos[4].

Esta situación derivó en la realización de tres encuentros entre los equipos de San Isidro y Estudiantes para resolver quién sería el campeón de la temporada en esa división[5]. No se pudo determinar quién resultó a la postre el campeón de la segunda división.



[1] (“La Acción” de Paraná. Jueves 28/9/1916. B.I.P.E.R.)

[2] (“La Acción” de Paraná. Martes 17/10/1916. B.I.P.E.R.)

[3] (“La Acción” de Paraná. Jueves 9/11/1916. B.I.P.E.R.)

[4] (“La Acción” de Paraná. Miércoles 15/11/1916. B.I.P.E.R.)

[5] (“La Acción” de Paraná. Sábado 2/12/1916. B.I.P.E.R.)

sábado, 11 de marzo de 2023

DERROTA DE BELGRANO ANTE UNIÓN EN SANTE FE. ZOZOBRA EN EL RÍO EN EL REGRESO A PARANÁ

El domingo 17 de setiembre una delegación de Belgrano viajó en una lancha especial a Santa Fe para enfrentar en un amistoso al poderoso Unión FBC, partiendo desde la  calera de Izaguirre. La delegación estaba integrada por: B. Rabuffetti, N. Molinari y M. Malatesta; L. Lanata, F. Calderón y N. Bogado; J. Gorosito, J. Lanata, J. Ducasse, A. Cisneros y C. Guggiari[1].

Los equipos formaron de esta forma:

Unión: Peiteado; Olivera y Macieo; Sanseverins, Osuna y Olivieri; Valiente, García, Sarupo, Novillo y Pieretti.

Belgrano: Rabuffetti; N. Molinari y M. Malatesta; P. Bogado, Guggiari y F. Calderón; J. Raspini, J. Lanata, J. Ducasse, Gorosito y Frutos.

Tras un primer tiempo animado por interesantes incidencias de juego, con mucho ardor en la lucha, terminaron empatados en un gol. En la segunda etapa todo se volcó a favor de los locales que terminaron ganando por 4 a 1.

Terminado el encuentro el grupo que integraban jugadores y simpatizantes (alrededor de treinta personas) emprendieron la vuelta a Paraná desde el puerto santafesino alrededor de la seis de la tarde en la lancha de Barrufaldi,  a quien se lo conocía más por su sobrenombre: “Bachicha”. Todo era animosidad y comentarios del encuentro sostenido por la tarde y nadie pudo prever que entrados de lleno en el río,  éste se encontraba muy embravecido a causa del fuerte viento reinante.

Todo cambió entonces y reinó una gran preocupación dado que la lancha era un juguete en la fuerte correntada y las grandes olas, que hacían peligrar el hundimiento de la misma, ya que el agua ingresó al compartimiento del motor y éste se detuvo.

Las cosas no se tornaron más graves dada la verdadera intrepidez de “Bachicha” que demostró su conocimiento y coraje, pudiendo conducir la lancha a una isla frente al Paracao, luego de una lucha titánica por más de dos horas, cuyas incidencias hicieron provocar en la tripulación de la nave una angustia mortal. Así pudieron hacer pie en la isla y permanecer allí por más de diez horas, protegidos por una gran hoguera que los excursionistas pudieron encender para protegerse del fuerte viento reinante.

A las 5 de la mañana emprendieron viaje rumbo al puerto de la ciudad adonde arribaron a las 7:30 hs. Por supuesto que esta situación originó incertidumbre en familiares y amigos y las quejas hacia la Prefectura local ya que, al momento de partir la  nave desde Santa Fe, las autoridades informaron el movimiento de la misma. Felizmente no hubo consecuencias, más que el susto general y el agradecimiento fue para la pericia del timón conducido por Barrufaldi[2].



[1] (“La Acción” de Paraná. Sábado 16/9/1916. B.I.P.E.R.)

[2] (“La Acción” de Paraná. Martes 19/9/1916. B.I.P.E.R.)

FINAL DEL CAMPEONATO DE FUTBOL DE 1916: ¡ESTUDIANTES FBC CAMPEÓN!!!

ARTURO EDWARDS
Había llegado a su fin el campeonato oficial de 1916 y la cancha de Estudiantes que estaba en la estación prometía un gran espectáculo toda vez que se enfrentarían en el preliminar Paraná FBC formado por: E. Daneri; R. Sarsoti, O. Cuadra, F. Morales, A. Suárez, L. Pintos, E. Zaragoza, J. Jiménez, R. Palacio, J. L. Izaguirre y A. Pueyo y Comercio FBC, en segunda división (juez Arturo A. Edwards) y el partido de fondo sería entre Estudiantes y Belgrano[1].

Más de mil personas concurrieron a la Estación para observar aquel encuentro que le permitió consagrarse nuevamente campeón a Estudiantes que derrotó a Belgrano por 2 a 0.

Allí estuvieron las familias de Álvarez Prado, Zambrano, De Elía, Izaguirre, J. Uranga, Camps, Moore, Thompson, Cancio, Tapia, Zanini, Zani, Mayer, Mayo, Rotman, Montaño, etc.

“¡Alonso! ¡Alonso! ¡For Ever! Es este el grito que repercutiera en todos los ámbitos, el héroe de la jornada, el que diera a su equipo el triunfo tantas veces preveido (previsto), la exteriorización exacta de su poder, mil veces: ¡hurrah!

Tarde de grandes emociones, brega lucida, brillante, conjunto de bellezas y elegancias, entusiasmos delirantes, he ahí comprendido todo lo que en la tarde del domingo pasara en el field que el club Estudiantes tiene frente a la Estación del ferrocarril. Los “amateurs” de foot ball tuvieron una ocasión más de presenciar una lucha interesante. Y se esperaba. Estudiantes llevaba en su poder tres puntos y Belgrano uno, de manera que si el primero ganaba, el campeonato ya estaba definido a su favor.

Belgrano se presentaba con variantes en su composición, lo mismo que su contrario y esto daba mayor interés y si añadimos que los dos tratarían de luchar palmo a palmo por el triunfo, ya se puede dar una idea de que todo hacía presagiar lo que más tarde contemplamos, una gran lucha.

La tarde templada, un ambiente saturado de aromas y de vida dábanle a la brega todos los contornos de algo grande”.

Belgrano se presentó a las tres y media con camiseta azul oscura a rayas blancas y pantalón blanco, siendo seguido por Estudiantes, con casaca y pantalón blancos ante el aplauso sostenido de los asistentes. Los equipos aparecieron formados con:

Estudiantes: Díaz; Thompson y A. Montiel; Arigós, Solier y E. Montiel; Izaguirre, Luís Cavallo, Pedro Mutio, Valentín Alonso y Balbarrey.

Belgrano: Rabuffetti; Molinari y Malatesta; Flossi, Calderón y Bogado; Raspini, Lanata, Cisneros, Gorosito y Frutos.

Hasta los primeros 20´ el juego tuvo la iniciativa de Estudiantes y desde entonces se equilibró algo el juego. La defensa de Belgrano recibía el aplauso de sus parciales por sus acertadas intervenciones, pero la persistencia de la línea media estudiantil hacía peligrar la valla belgranense. “sin embargo unos 10´ antes de terminar el primer período, estos consolidan sus posiciones y ataques bien encabezados por Frutos y Raspini, con la cooperación de la línea central delantera, llevando fuertes asedios a la valla de Estudiantes. Con los azul y blancos en el ataque terminó el primer tiempo.

Comenzado el período final Díaz resultó herido en la mano derecha, lo que terminó sirviendo de acicate a sus compañeros que se tenían mucha fe acometiendo con firmeza, todo lo cual hizo de “Estudiantes un solo hombre, pues todos contribuyeron con su eficaz y decidido apoyo a la victoria vislumbrada desde la iniciación de este período, que se coronara después con el franqueo por dos veces de la valla contraria”.

A los 30´ Mutio de frente a la valla combinó con Alonso con pase hacia atrás y éste remató fuerte, bajo y a la izquierda desde unos cinco metros que hizo estéril el esfuerzo de Rabuffetti. “un clamor estupendo y nunca oído invade la cancha, los ¡urrah! Y los aplausos dan mayor energía a los de Estudiantes”.

5´ más tarde Balbarrey le hizo un pase a Valentín Alonso y éste remató fuerte y alto, a la derecha de Rabuffetti, que nada pudo hacer para salvar el segundo y definitivo tanto de Estudiantes. El delirio de la parcialidad fue desbordante. Se lograba prácticamente asegurar otro campeonato y no era para menos. No satisfechos continuaron atacando y Mutio se perdió una gran oportunidad cuando remató desde corta distancia por arriba del horizontal.

Pero la suerte estaba echada: ¡resultaba Campeón Estudiantes! La victoria había sido prueba palpable de su gran poderío. Sus hombres que diremos todos merecen conocimiento acabado de sus puestos, sus quites, pases y avances, sobre todo en el segundo tiempo, le dieron el engranaje necesario y eficaz para contrarrestar a la defensa contraria, que necesario es proclamarlo, rayaron a gran altura, avasallando a pesar de sus esfuerzos y culminado con la victoria, laurel que les acredita el triunfo en el campeonato de primera división y los hace acreedores a la posesión de la hermosa copa como premio elocuente de las raras y nobles energías, que puestas en consorcio con el conocimiento de este noble deporte, los subrayan con el título de campeón.

Se destacaron en aquel partido Alonso, rápido y certero en sus disparos, Balbarrey, Izaguirre, Mutio, y todos en general. En Belgrano sobresalieron Molinari y Malatesta, pareja incomparable de backs quienes actuaron con acierto al sostener una poderosa barrera a los ataques contrarios. El referee estuvo mejor que en otras oportunidades, pero igual su desempeño fue discreto. La concurrencia llevó en andas a Alonso y al arquero Díaz por las calles de la ciudad, enarbolando su bandera bicolor, recibiendo el aplauso a su paso y flores que tiraban las damas desde los balcones[2].

Como celebración del nuevo título obtenido los estudiantiles viajaron el 9 de setiembre en una lancha especial rumbo a Santa Fe, para ir luego hacia Rafaela donde sostuvieron un amistoso con Atlético de esa ciudad (que venía de derrotar a Belgrano por 2 a 0) el día siguiente. “Por la noche en el hermoso teatro de Rafaela los jóvenes del Club Estudiantes darán un beneficio representando varios números sueltos y una comedia en la que tomarán parte los reconocidos amateurs cómicos, dramáticos y musicales señores P. Mutio, E. Aliprandi, G. Arigós, E. Clark, A. Montiel, S. Alonso, C. Balbarrey, A. Yódice, H. Medina, J. Izaguirre, J. Thompson, E. Bredeston, J. Elía, J. Solier” [3]. El resultado de este partido no se difundió.



[1] (“La Acción” de Paraná. Domingo 3/9/1916. B.I.P.E.R.)

[2] (“La Acción” de Paraná. Miércoles 6/9/1916. B.I.P.E.R.)

[3] (“La Acción” de Paraná. Sábado 9/9/1916. B.I.P.E.R.)

PARANÁ Y BELGRANO SE JUGÓ EL 27 DE AGOSTO

El campeonato continuó con el encuentro entre Paraná y Belgrano,  otro del los clásicos desde 10 años atrás, jugado en la cancha de Estudiantes aquel domingo, con la expectativa de que concurra mucho público, incluyendo las damas. El preliminar estuvo a cargo de Boers Vs. Estudiantes. Las formaciones previstas eran las siguientes:

Belgrano: N. González; Albisu y Albisu; J. Raspini, A. Romagnoli y F. Flosi; Berriso, J. Lanata, Guggiari, V. Lazcano y Berisso.

Paraná: E. Daneri; C. Sarsotti y Cuadra; R. Pinto, Saragoza y Morales; C. Jiménez, A.  Suárez, J. Bernardis, Pueyo y Palacio[1].

Lamentablemente no hubo crónica de estos encuentros, ya que el martes siguiente la prensa sólo anunciaba un enfrentamiento amistoso entre Estudiantes y el equipo “Fotcatlético”, que integrarían: R. Monzón; O. Cuadra y C. Monti; F. Facelli, R. Parera (cap) y M. Fernández; S. Palacio, R. Bartola, A. Riso, G. Barbosa y J. Clotet. Por su parte Estudiantes formaría con: M. Izaguirre; A. López (Cap) y D. Macchi; M. Victoria, J. Ezpeleta y D. Olmos; M. Uzín, Luís Cavallo, J. Barbieri y L. Izaguirre[2].



[1] (“La Acción”.Domingo 27/8/1916. B.I.P.E.R.)

[2] (“La Acción”.Martes 29/11/1916. B.I.P.E.R.)

GRAN PARTIDO DE FÚTBOL JUGADO EL 20 DE AGOSTO DE 1916 EN LA CANCHA DE LA ESTACIÓN

Para el domingo 20 de agosto, con arbitraje de Isauro Piedrabuena, se concretó este encuentro que había  generado una gran expectativa en la ciudad, lo que se reflejó en las 700 personas que asistieron a ver lo que a la postre resultó el triunfo de Estudiantes por 2 a 0.

Los antiguos adversarios se encontraron frente a frente con todos sus pergaminos, los antecedentes de partidos anteriores y cierta incertidumbre en función de ambas alineaciones. La concurrencia se vio engalanada por la asistencia de varias damas que dieron un toque de gracia en aquella tarde calurosa, que aumentaba la tensión y le daba un sello especial a los semblantes ante tanta ansiedad.

Habían pasado las 3.15 hs. cuando aparecieron los jugadores de Belgrano, con camisetas blancas y pantalón azul, recibiendo muchos aplausos, seguidos por Estudiantes con camiseta negra a rayas blancas y pantalón blanco, con idéntico recibimiento. Al momento del sorteo los de Belgrano eligieron jugar de espaldas al sol. Los equipos estaban alineados en la forma siguiente:

Estudiantes: Díaz; Montiel y Thompson; Arigós, Solier y Elía; Izaguirre, Mutio, Edwards, Alonso y Balbarrey.

Belgrano: Rabuffetti; Porta y Molinari; Lanata, Calderón y Bogado; Cisneros, Lanata, Guggiari, Porta y Gorosito.

Estudiantes inició el ataque por medio de Molinari y Mutio, que combinó a Alonso cuyo remate final salió desviado. Luego Edwards probó el arco rival con un buen remate que salió afuera. Pasada esta presión Belgrano logró un buen disparo por medio de Guggiari que alejó bien el meta Díaz. Los estudiantiles demostraban mejor ataque lo que obligaba a reforzar la defensa rival. Molinari tuvo entonces buenos quites a Elía y Alonso.

Luego en un contragolpe Belgrano obligó a una gran atajada al arquero Arigós, que mandó el balón al córner en forma magistral. Pero al final de este período Estudiantes hizo mejor las cosas pese al empate en cero[1].

Tras el descanso la supremacía de Estudiantes se hizo sentir con el apoyo de sus simpatizantes. El asedio del arco rival era intenso; Mutio en veloz carrera, luego de eludir a varios rivales, cae al suelo, perdiendo una buena oportunidad de marcar. Belgrano respondió por medio de Guggiari pero su remate cruzado salió demás alto y luego Elía se luce en una gran atajada.

A los 31´ Balbarrey cedió a Alonso que remató un soberbio tiro con izquierda casi desde el suelo, para conquistar el primer tanto, ante el delirio de los simpatizantes y un ¡hurra! interminable. Esta inyección de su parcialidad le dio dos minutos más tarde la posibilidad de conseguir el segundo gol por medio de Balbarrey que, tras recibir de Edwards, remató fuerte y cruzado batiendo a Rabuffetti, pese a su esfuerzo. “un clamoreo incesante se apodera, los sombreros se agitan por el aire, la victoria es completa”. Persistió el ataque de los negro y blancos, pero los defensores belgranenses salvaron varias caídas de su valla, terminando el partido con el triunfo de Estudiantes por dos a cero.

“La victoria de Estudiantes era esperada, su triunfo es más elocuente que el más alto elogio, sus componentes conocedores de sus puestos, le dieron homogeneidad y un poder incontrastable, sus forwards hicieron uso de pases cortos y precisos aprovechando las ocasiones que se le presentaron, si bien haremos  una observación, hubo varias oportunidades que no fueron bien aprovechadas quizás debido a demasiada nerviosidad al rematar los tiros finales, pero aún así merecen el mayor elogio y sus dos columnas más fuertes fueron Alonso y Balbarrey, siguiéndoles en orden Edwads, Mutio, Izaguirre; sus halves fueron los que más trabajaron y para demostrar lo diremos que era raro que el avance de sus contrarios pasara su línea; los tres, Elía, Solier y  Arigós, merecen el mayor de los elogios y en diversas oportunidades, debido a la intervención de ellos evitaron la caída de su ciudadela, los backs trabajaron bastante, pero no estaban a la altura de actuaciones anteriores y Díaz si bien tuvo acierto y en una ocasión difícil dio prueba de sus grandes cualidades y haré una observación: Arigós de 'halve' y Montiel de back ganaron mucho con el cambio, adquiriendo el equipo mayor poder.

De los de Belgrano sus figuras descollantes fueron Calderón, Molinari, Porta y Rabuffetti; la línea delantera no pudo afianzarse y esto fue debido a la actuación descollante de la línea media de Estudiantes.

Concluido el match el público llevó en andas a  Alonso el gentil y hábil delantero de Estudiantes, saludando con aplausos y vítores a los vencedores” [2].



[1] (“La Acción”.Martes 22/8/1916. B.I.P.E.R.)

[2] (“La Acción”.Miércoles 23/8/1916. B.I.P.E.R.)

ATLETISMO ORGANIZADO EN EL COLEGIO NACIONAL Y RIVALIDAD EN FÚTBOL CON LA ESCUELA NORMAL

Entre el alumnado del Colegio Nacional se formó en ese año dicha federación, que fomentó internamente toda clase deportes. Por muchos años participaron en todas las ramas del atletismo, logrando destacarse varios jóvenes estudiantes. “Hace diez años, más o menos, la muchachada de nuestro colegio activaba su preparación y perfeccionamiento del músculo. La principal actividad que despegaban era la práctica del foot ball, concertándose encuentros amistosos entre equipos representativos de cada curso…los encuentros se realizaban en el field de Talleres, siendo presenciados por numerosos aficionados”. Estas manifestaciones pertenecieron al Dr. Francisco “Pancho” Perette, presidente de esa agrupación en 1926[1].

Si bien años atrás se habían juntado los jugadores que eran alumnos del Colegio Nacional y la Escuela Normal para formar el Estudiantes FBC, la rivalidad deportiva entre las nuevas camadas de alumnos subsistía. Para el 10 de agosto a las dos y media de la tarde se programó un encuentro entre ambos colegios en la cancha de la estación, que había despertado mucho interés entre los familiares del estudiantado ya que por primera vez se encontrarían en aquel antiguo estadio de fútbol.

Los equipos citados para ese encuentro fueron:

Escuela Normal: H. Esquivel (cap.); G. Albisu y J. Albisu; A. Brasesco, H. Quirolo y C. Casanova; J. Culó, O. Montrull, H. Fornonzini, O. Reula y B. Blanda.

Colegio Nacional (con algunos jugadores que militaban en la Liga): J. M. Izaguirre; A. Montiel y A. Yódice; J. A. Elía; E. Montiel y G. Ezpeleta; J. Bagune (jugó Uzín en su lugar), L. Cavallo, R. Vicentín, H. Medina y C. M. Balbarrey[2].

Las expectativas dieron por el suelo, más que nada para los allegados a la Escuela Normal que cayó derrotada por goles 10 a 1. La afluencia de damas y caballeros al field fue numerosa, incluso se vieron entre ellos al rector y vicerrector del Colegio Nacional.

El dominio de los “nacionales” fue claro desde el principio, acentuándose a medida que transcurrían los minutos. A los 3´ un disparo cruzado, rebotó en el travesaño y dio en la cara del arquero antes de ingresar al arco, pese a que éste había optado por el arco que daba espaldas al sol para no encandilarse. A los 15´ y 16´ se suceden dos goles más demostrando una neta supremacía que obligaba a los defensores de la Normal a extremar esfuerzos.

En la segunda etapa, antes del minuto de juego el Nacional convierte el cuarto gol y enseguida un mal rechazo de Yódice provoca un gol en contra a favor de la Normal, que quiso reaccionar pero a partir de entonces fueron apabullados con el resto de los goles, convertidos por Balbarrey, Cavallo y otros. A los 28´ los jugadores de la Normal dijeron ¡basta! y finalizó el partido. Pese a la derrota se destacaron Albisu y H. Quirolo. El  referee Alonso estuvo correcto.

Después del partido todos los jugadores pasaron a la casilla de Estudiantes donde fueron obsequiados por este club con una taza de té y masas que fue servido por sus socios, amenizada por la orquesta dirigida por Ernesto “Tito”  Clark y, de premio, los jugadores del Colegio Nacional recibieron el “día franco”. Concurrieron a ver este encuentro las  familias de Moore, A. Uzín, Thompson, Cancio, Soler, Duclós, Mayer, Garrigó, Pacer, Sandiano, Jaroslavsky, Rotman, Bouchet, Rivero, Hornos, etc[3].

El encuentro que los alumnos del Colegio Nacional ganaron a la Escuela Normal dio lugar a que se produzca un desafío más exigente nada menos que frente a Estudiantes, que le serviría como entrenamiento para el encuentro del siguiente fin de semana con Belgrano por el campeonato oficial, para lo cual se propuso las siguientes formaciones:

Colegio Nacional: J. M. Izaguirre; L. Fontanetto y A. Montiel; J. A. Elía, E. Montiel y G. Espeleta; J. Izaguirre, L. Cavallo, E.  Vicentín, C. Balbarrey (cap) y H. Medina.

Estudiantes: J. Díaz; G. Arigós y J. Thompson (cap); J. Fabro, S. Solier y J. Álvarez; E. Aliprandi, A. Edwards, E. Alonso, E. Laferriere, y P. Mutio. El  referee designado fue el dirigente de Estudiantes Ernesto Clark[4].

Lo que se suponía sería un  partido entretenido debido a los antecedentes anteriores, resultó ser un encuentro falto de emoción, más que nada porque se presentaron ambos con varios suplentes, lo que restó ensamble y poder de conjunto.

En el field de Estudiantes se dieron cita pocos espectadores porque el día se había presentado frío y ventoso. Con el discreto arbitraje del señor Gianantonio, se comenzó un monótono primer tiempo que fue dominado por el Colegio Nacional, más que nada por el buen desempeño de sus atacantes, que le propinaron tres goles.

En la segunda etapa se animó el encuentro ante la persistencia de Estudiantes buscando descontar, lo que logró con mucho trabajo y gracias también al buen desempeño de su arquero que salvó su arco en varias oportunidades, terminado 3 a 3, aunque es de destacar que a Estudiantes le desvió un penal el arquero nacional[5].



[1] (“La Mañana” de Paraná. Jueves 26/8/1926. H. del A. G. de E. R.)

[2] (“La Acción” de Paraná. .Miércoles 9/8/1916. B.I.P.E.R.)

[3] (“La Acción” de Paraná. Viernes 11/8/1916. B.I.P.E.R.)

[4] (“La Acción” de Paraná. Martes 15/8/1916. B.I.P.E.R.)

[5] (“La Acción” de Paraná. Jueves 17/8/1916. B.I.P.E.R.)

PESE A LOS DESACUERDOS, EL PRIMER PARTIDO OFICIAL SE REALIZÓ EL 6 DE AGOSTO

Aparentemente la forma en que había elegido la Comisión Directiva de la Asociación que regía el fútbol en ese momento impedía el acuerdo necesario para dar inicio al torneo anual. Aquella comisión estaba integrada por dos representantes de cada club afiliado, lo que motivaba intereses cruzados y cada representante quería sacar provecho para su divisa, dificultando cualquier acuerdo. El conflicto institucional se extendió hasta esos días, postergando el interés de los equipos de competir y luchar por el título que el año anterior había conquistado Estudiantes F.B.C[1].

Recién el primer domingo de agosto de 1916 comenzaron a jugarse algunos encuentros correspondientes al torneo anual. Para el 6 de agosto se programaron los siguientes partidos:

Primera División: Estudiantes F.B.C. Vs. Belgrano F.B.C. en cancha del primero en el ferrocarril. Segunda División: San Isidro F.B.C. Vs. Paraná  F.B.C.

Tercera División: Boers F.B.C. Vs. San Isidro F.B.C[2]. Lamentablemente los conflictos entre la dirigencia impidieron la realización con normalidad del campeonato y solamente participaron en primera división los dos equipos antes mencionados.

Por supuesto que la ansiedad era mayúscula entre los aficionados. La falta de fútbol en las canchas de Paraná hizo que en la definición del campeonato, aunque circunscrito a solo dos equipos, participara muchísimo público. En el primer encuentro que sostuvieron “Estudiantes” y “Belgrano” el domingo 6 de agosto concurrieron 800 aficionados, superando todas las expectativas. Los dos rivales volvían a las lides futbolísticas con nuevos elementos, lo que aumentaba la ansiedad por verlos frente a frente.

Muchas damas de la sociedad paranaense se hicieron presentes en aquel encuentro en la cancha de la estación, dándole un toque de distinción. En el sector destinado a los socios “un aficionado hizo el deleite de la concurrencia brindando trozos de música selecta”. La cancha estaba muy bien arreglada; desde la entrada se podía observar la casilla embanderada y la cancha tenía la apariencia de una mesa de billar, bien demarcada y a los costados una compacta masa de concurrencia que se agitaba esperando el inicio del encuentro.

A las 3:15 p.m. apareció en primer término el cuadro de “Belgrano” con pantalones azules, camiseta azul oscura con rayas blancas, siendo saludado con  aplausos y vítores por los asistentes y luego apareció Estudiantes vistiendo pantalón y camiseta blanca, recibiendo también grandes aplausos y hurras  saludando su ingreso. Inmediatamente se dispuso el sorteo con los capitanes y con el árbitro, de lujo por cierto, ya que lo hacía el mismo Presidente de la Federación Sr. Vera, correspondiendo el movimiento del balón a Belgrano.

Los equipos estaban formados de la siguiente manera:

Belgrano: Benvenutto Rabuffetti; Natalio Molinari y Porta; Bogado, Lanata y Romagnoli; Francisco Gorosito, Porta, Guggiari, Lanata y Cisneros.

Estudiantes: Díaz; Thompson y Arigós; Montiel, Soliard y Elía; Balbarrey, Alonso, Edwards, Pedro Mutio e Izaguirre.

Desde el comienzo se sucedieron las acciones frente a ambos arcos, destacándose un fuerte remate de Guggiari de Belgrano a los 5´ que fue contenido por el guardameta Díaz, respondiendo inmediatamente Izaguirre con un violento disparo contenido por Rabuffetti.

El trámite del partido era interesante, y cada brioso ataque recibía el aplauso de las parcialidades. Natalio Molinari, quien luego pasara al fútbol profesional, con un buen remate obligó a exigirse a Thompson que logró salvar su arco de una segura caída y enseguida un violento puntapié de Soliard hizo que Rabuffetti se tuviera que esforzar para rechazarlo.

Una buena jugada de los atacantes de Estudiantes fue iniciada por Balbarrey quien desde la punta derecha sacó un pase a Montiel y éste se la dio rápido a Izaguirre, quien con un fuerte remate bajo y cruzado derrotó a “Nuto” Rabuffetti ante la algarabía indescriptible de los simpatizantes estudiantiles exteriorizada en aplausos y hurras. 4´ más tarde Pedro Mutio burló a los defensores para convertir un segundo tanto con fuerte remate esquinado, que el juez anulo por foul del atacante, que generó la airada protesta del público, aunque el capitán blanqui – negro acató el fallo dando muestras de su caballerosidad deportiva.

Al producirse un choque entre Romagnoli y Alonso, éste se lesionó, por lo cual hubo de suspenderse el partido por breves minutos y al reanudarse el ataque de Belgrano puso en peligro la valla rival, donde Díaz tuvo dos atajadas brillantes ante dos fuertes remates de Porta y Lanata, sin que pudiera lograr el empate.

Al iniciar el segundo tiempo el fuerte viento reinante empezó a amainar, pero Belgrano logró aprovecharlo igual mediante un fuerte remate esquinado de Lanata que Díaz no pudo detener, logrando empatar el encuentro. Inyectados por el empate los blanquinegros redoblaron esfuerzos y a los 12´ Alonso produjo un violento remate que a duras penas logró rechazar al corner Rabuffetti, arrojándose al suelo. El asedio era constante, Mutio, Elías y Alonso rematan varias veces sin lograr resultados, pese a que parecían inminentes goles, por lo que el partido terminó con el empate en un gol por bando.

Aquel encuentro resultó del agrado de la concurrencia y fue una muestra del cierto progreso futbolístico, siendo superior Estudiantes ante un Belgrano que puso todo su esfuerzo para defenderse con Rabuffetti y Molinari y con buen desempeño de Lanata, Cisneros y Gorosito. El árbitro Vera estuvo discreto[3].

El domingo 13 de agosto se jugaron los partidos entre la Tercera División de San Isidro con Boers que empataron 1 a 1, Estudiantes A: 5 Vs. Estudiantes B: 0 y en segunda División Paraná: 5 Vs. Boers: 0 y Belgrano 9 Vs. Estudiantes de Comercio 1. También en esta oportunidad se observaron numerosas  familias en la cancha de la estación[4].



[1] (“La Acción”.Viernes 28/7/1916. B.I.P.E.R.)

[2] (“La Acción”.Viernes 4/8/1916. B.I.P.E.R.)

[3] (“La Acción”.Martes 8/8/1916. B.I.P.E.R.)

[4] (“La Acción”.Martes 15/8/1916. B.I.P.E.R.)