martes, 24 de enero de 2012

MIGUEL ÁNGEL ARIGÓS

“Miguencho”:
Primer atleta paranaense en competir a nivel sudamericano

Entre los grandes jugadores de fútbol de los primeros tiempos estuvo sin dudas Miguel Ángel Arigós, arquero que jugó en Paraná, Estudiantes y luego en Estudiantes de Buenos Aires, convirtiéndose en el primero que llegó al fútbol capitalino nacional.

Tenía grandes aptitudes físicas, lo que quedó demostrado al convertirse en el primer paranaense en competir en los Juegos Olímpicos Sudamericanos realizados en diciembre de 1909 en Buenos Aires, organizados por la Sociedad Buenos Aires United Athletic Club. En esos juegos obtuvo el tercer puesto en “salto en alto con los pies juntos” con 1,35 metros, el segundo puesto en tiro de bala con 10,30 metros y el primer puesto en “salto en alto corriendo”, con una marca de 1,75 mts.; con esos resultados salió tercero en la clasificación general.

Esta no fue la única intervención de Miguel Ángel Arigós en competencia atléticas importantes en el Club Provincial de Rosario en un torneo nacional  llevado a cabo el domingo 19 de noviembre de 1913 donde ganó en tres pruebas y clasificó segundo en otras dos, por lo cual alcanzó los puntos para ser proclamado Campeón Internacional. Su fama quedó inscripta en las siguientes pruebas: Primero en arrojar la bola, con una medida de 13,70 metros; salto en alto, con una altura de 1,80 metros y salto en largo con 6,12 metros. Segundo clasificó en arrojar el martillo, con 22,50 metros; arrojar el disco con 32,50 metros y salto triple distancia con 12,12 metros.  De esta manera el arquero – atleta trajo de Rosario como premios una cigarrera y fosforera de oro, una ponchera de plata, una estatua de mármol, una estatua de bronce y un ánfora de terracota.

EL ATLETISMO EN PARANÁ

Respecto al atletismo, en 1894 se registra la primera actividad promocionada que organizó la comisión de fiestas del “Entre Ríos Railways Athletic Club” para el 22 de julio, la que se vio suspendida por una semana a causa de la lluvia caída. Esta fiesta proyectada “por tan progresista institución”, tenía el siguiente programa:
1º.- Salto por alto, corriendo: S. Matthews, A. D. Duckworth, J. Plunkett, E. Redmond, W. E. Bush.
2º.- Carrera de 100 yardas: A. D. Duckworth, S. Matthews, P. Manfredi, F. Grant, J. Harris, M. Rodríguez, C. Hutchings, M. Federici, F. Martín, F. Brinkworth, J. Biggs, J. Servan, M. Basch.
3º.- Tiro de Bala de Cañón: A. D. Duckworth, A. Elbin, G. Ramoldi, J. Necetti, F. Jones y N. Milocco.
4º.- Carrera de 220 yardas: A. D. Duckworth, J. Harris, C. Hutchings,  E. Redmonds, F. Grand, J. Biggs, S. Mathews.
5º.- Carrera de muchachos mayores de 14 años: J. Inchauspe, A. Rivero, D. Riquelme.
6º.- Carrera a tres piernas: Matthews y Raffs, Hutchings y Duckworth, Swain y Harris, Unsain y Campbell, Brinkworth y Biggs, Jones y Bush, Redmond y Altamiranda, Wilson y Philpott, Lotz y Martin.
7º.- Carrera de veteranos: E. Lotz, E. Hess, J. Plunkett.
8º.- Carrera de Obstáculos: S. Matthews, J. Plunkett, D. Campbell, J. Harris, C. Hutchings, L. Grubert, A. Elbin, O. Manfredi.
9º.- Carrera de muchachos menores de 14 años: J. Busch, F. Jones, R. Miller, L. Thompson, F. Soler, E. Rigby, Gerardo de Rosa, A. Martin, L. Levrey, H. Peart, A. Unzain, C. Splisbury, S. López.
10º.- Carrera con carretillas para peones de cuadrillas, una vuelta:…
11º.- Carrera en Bolsas: S. Ralfs, S. Matthews, J. Swain, J.  Plunkett, J. Harris, C. Hutchings, F. Brinkworth, G. Wilson, F. Jonis, A. Hess, W. Miller, G. West.
12º.- La Cinchada: Entradas se apuntan en el circo.
13º.- Carrera de 100 yardas: A decidir entre los cuatro primeros clasificados de la primera carrera (la Nº 2)
14º.- Carrera para maquinistas y foguistas: F. Jones, M. Sexton, O. Yiend, J. Brennan, A. Boyd, O. Manfredi.
15º.- S. Matthews, O. Sampietro, A. D. Duckworth, J. Harris, C. Hutchings, A. Elbin, J. Biggs, F. Brinkworth, A. Altamiranda.
16º.- Carrera para soldados.
17º.- Carrera consuelo, para los que no hubieran ganado premios.

El lugar de la convocatoria se menciona como “el punto que ya todos conocemos”, que es de suponer sería en la propia estación del ferrocarril. Los organizadores se preocuparon de habilitar las comodidades para el público asistente, incluida una “tribuna” que se construyó en el club, que era algo reducida, pero que serviría para dar mayor comodidad. Asimismo se prometía espacio suficiente para dar estacionamiento a los carruajes y ver con comodidad los interesantes juegos.

Este amplio programa deportivo muestra a las claras cuales eran los principios participativos que inspiraban al club de los ingleses, como así también la variedad de disciplinas que se intentaba practicar. Todo esto  generó gran expectativa en la ciudad, prueba de ello es la gran cantidad de personas y comercio que contribuyó económicamente con aquel evento: Etcheves y Cía., Aranguren Hnos., Erich y Cía., Francisco B. Maglione, P. Maglione, Buob y Penatti, Rudolf y Wilde, Thoseraldo Sach, R. del Corral, Carlos Bechem, Santiago Raffo, Guillermo Meyer y Cía., José Serra, José G. Calderón, Juan B. Garasino, Ambrosio Frioni, V. Villemot, J. Predolini, J. Giani, Cándido Alzúa y Cía., Juan Palma, Antonio Cattáneo, H. Almada, H. Reynoso, A. Monestini,  D.J. Spilsbury, Hopkins Gardon y Fesly, Evans Sivoch y Cía., E. Giqueaux, Francisco Arcioni, Fernando Broguet, Ricardo y Salvador Vadillo, Arturo Ermekell, Luís Palma, Ricardo Mors, R. Didonatto, R. Florenza (h), A. Livasich, Sio Aletander, Luís Sabró.

El éxito coronó esta primera experiencia que mereció el aplauso de la ciudadanía. “La culta sociedad del Paraná diose cita ese día en el punto designado en el programa de dichas fiestas, concurriendo a aquel paraje no menos de tres mil almas. Fue una fiesta del buen tono. El variado programa fue llenado y realizado en todas sus partes. Era aquello un torneo de ejercicios gimnásticos, hábilmente combinados por personas entendidas en esta clase de espectáculos. Ya un colega local se ha encargado de hacer público el resultado obtenido en dichas fiestas y al mismo tiempo de mencionar los triunfadores en dicho concurso. De manera pues que sólo nos resta a nosotros pronunciar una palabra de aliento y otra de felicitación para los iniciadores de tan simpática fiesta”.(Prensa de Paraná)

PARANÁ LAWN TENNIS CLUB

La actividad del tenis era monopolizada por los ingleses del ferrocarril, con el en la que participaban algunos ciudadanos que no pertenecían a dicha empresa de transporte. Este deporte, a lo mejor en menor medida que otros más populares, fue consiguiendo de a poco más adeptos, por los cual se hizo una necesidad contar con otro predio donde practicarlo.

En agosto de 1915 nació de una iniciativa de varios caballeros de la sociedad paranaense la idea de fundar el  “Paraná Lawn Tennis Club”. Los mismos, se reunieron en la casa del doctor Alberto Sobral en la noche del 3 de agosto designando una Comisión Directiva encargada de realizar los trabajos preliminares para concretar esa digna aspiración. Fue elegido Presidente el Dr. Alberto Sobral, secretario don Mario F. Ruiz, tesorero don Ezequiel A. Balbarrey, vocal 1° don Armando Gianantonio y vocal 2° don Carlos De Elías.

Dicha Comisión debía encargarse de confeccionar los estatutos y reglamentos, como asimismo estaba encargada de llevar adelante la propaganda necesaria para ampliar los adeptos del nuevo club deportivo. El primer espacio físico fue la cancha ubicada en la Escuela Centenario, gentilmente cedida por la dirección de la misma,  donde los primeros socios podían practicar los martes, jueves, sábados y domingos en forma oficial, sin perjuicio de poder hacer en cualquiera de los otros días de la semana. 

Dentro de la primeras socias para jugar tenis en Paraná se puede mencionar a: María Justa De Elía, María Mercedes Álvarez Prado, Gabriela Sandiano, Argentina y María E. Pérez Colman, Mariana Laurencena, Dora Camps, Teodolinda Laurencena, Angélica Castagno, Esther, Inés y Laura Predolini, María Luisa Uriburu, Juana y Raquel Parera, María Ángela Cardoso, Laura y Sara Muzio, entre otras.

Aparentemente el predio inicial en la Escuela Centenario no dio los resultados esperados ya que para abril de 1916 se estaban realizando los trabajos necesarios para la construcción de canchas de tenis en el Paseo Rivadavia, en un terreno “cedido galantemente a tal objeto por el Teniente General Eduardo Racedo. Así que pronto veremos a nuestras niñas y caballeros iniciarse nuevamente en tan saludable y noble sport, preparándose ya interesante partidos a la americana. Su Presidente el Sr. Alberto Sobral y la Comisión Directiva hacen empeñosos esfuerzos para dotar a tan simpática institución de todas las comodidades que se requieren para sus asociados”.

Para julio de ese año las canchas nuevas habilitadas por el Lawn Tenis se veían diariamente muy concurridas por señoras, niñas y caballeros de la sociedad, resultando un agradable atractivo la práctica de este deporte, notándose en los ejercicios un notable entusiasmo. Esta información era ampliada días después de esta manera: “nótase un crecido entusiasmo en los socios de este club por tomar parte en los interesantes match que a diario se llevan a cabo en el field de la calle Rivadavia. Numerosas señoras y niñas de nuestra sociedad se han hecho habitúes del saludable sport”. La llegada brusca del intenso frío de invierno incentivó aún más la práctica del tenis, “con la presencia de elegantes señoras y niñas de nuestra mejor sociedad”.

En el mes de octubre los interesantes encuentros se daban con mayor frecuencia, con la asistencia de señoras y señoritas de la sociedad. Se notaba mayor entusiasmo en participar de aquel aristocrático y saludable deporte, lo que se notaba en la creciente demanda de solicitudes de ingreso al citado club. Dentro de las asistentes se destacaba la presencia de Dora Camps, Gabriela Zambrano, María Justa Elía, Laura Torres y Alicia Soler. Debido al entusiasmo que reinaba en la sociedad por participar de los encuentros de tenis y la cantidad de adhesiones que se recibían, la Comisión Directiva resolvió adquirir nuevos locales para la instalación de más canchas, en las que se proponían también colocar kioscos para servir el te, simpática medida que fue bien recibida.

La actividad fue incrementándose y se incorporaban nuevos tenistas adherentes al flamante Lawn Tenis Paraná, concertándose amenos y divertidos matchs de ese “distinguido y artístico deporte.  Algunos nuevos y elegantes jugadores acaban de incorporarse al citado club, entre ellos figuran los señores Petty y Anthony lo que contribuirá a dar mayor impulso y desarrollo a los partidos que se jugarán en dicho club. El domingo concurrieron varias señoras de nuestra sociedad de las cuales tomaron parte las señoras Isabel Laurencena de Ravagnan y las señorita Dora Camps, Mercedes Álvarez Prado, Gabby Zambrano, Amanda Ravagnan” (Prensa 5/11/1916).

Este crecimiento que adquiría la práctica del tenis hizo que un grupo de jóvenes se reuniera en el Café Colón con la intención de fundar el Club de Tenis de la Juventud, no existiendo registros de que la idea haya prosperado (Prensa 19/11/1916).

Las instalaciones iban quedando chicas lo que obligó a los directivos del Lawn Tenis a proyectar ampliaciones, sobre todo la construcción de un court central, “cuya importancia ponía de relieve las observaciones de los elementos de gimnástica fisiológica en los términos siguientes:
Este juego es muy apropiado para las niñas porque comporta especialmente ejercicios del tronco y ejercicios abdominales que en la generalidad de los casos faltan en la vida común de la mujer.
  Aparte de esto, es uno de los ejercicios más completos, considerado fisiológicamente y educativamente. Ocasiona una soporación moderada, favorece las buenas actitudes, desarrolla la destreza, la agilidad, la precisión y sangre fría, da lugar a la ejercitación social con las ventajas que de ello resulta y se ejecuta siempre en medios favorables al aire libre completamente.
  “No hay nada mejor para ejercitación de la personas sedentarias y de los intelectuales en sus días de descanso. De aquí la importancia de su propagación y enseñanza” (Prensa del 8/5/1920).

Las ampliaciones mencionadas se realizaron en las inmediaciones del Parque Escolar Mitre, cito en la zona del actual rosedal del Parque Urquiza, donde varios días de la semana concurrían numerosas señoras y señoritas, entre las que se destacaban: Dorila Camps, Laura y Alicia Núñez Folch, María Inés y Laura Predolini Parera, Matilde Uzín Olleros, Adela Otaño Etchevehere, Silvia Jaroslavsky, Susana Etcheves, Lidia y Dora Aldao, entre otras (Prensa 27/8/1920). Para corroborar este dato, en octubre de 1921 se informaba sobre la práctica intensiva del tenis tanto en la estación de ferrocarril como en el Parque Mitre, donde en los días primaverales concurrían numerosas personas (Prensa 11/10/1920).

Precisamente, para celebrar el día del armisticio, los ingleses de la estación programaron en sus courts para el domingo 12 de noviembre de 1921 un “Garden Party”, para lo cual fue engalanado elegantemente el lugar con decorativos elementos de jardinería, con la concurrencia de selectas familias del círculo social.

Para dicha oportunidad las parejas que competirían se habían distribuido de la siguiente manera:
Mr. T. Guillem y Mis Edith Edwards; Mr. Todd y Mis Juana Biggs; Mr. Camblong y Mis Any Edwards; Mr. Mackinon y Mis M. Mackinon; Mr. Brewer y Mis Taverner; Mr. Kesting y Mis Dolly Biggs, Mr. Simpkins y Mr. Ronis; Mr.Tuverner y Mr. Simpkins; Mr. Emiley y Mr. Brower (Prensa del 11/11/1921).

Los resultados de las competencias fueron los siguientes: 1°: Mr. Guillem y Mr. E. Edwards con 23 handicap, + 36 gains, 59 g.; 2°: Mr. Noble y Mr. Mackinon con 24 handicap, + 25 g., 49 g.; 3°: Mr. Emley y Miss Coger con 20 handicap, + 26, 46 g.; Mr. Tood y Mr. Eduardo Anny con 18 handicap + 22 g., 40 g. integraron la numerosa concurrencia: Mr. Mackinon y Miss Mackinon, Mr. Brewer y Miss Taverner, Mr. Sesting y Miss A. Biggs, Mr. Simpkins y Miss Ronis; Mr. Taverner y Mis Simplins (Prensa del 14/11/1921).

En enero del año siguiente se realizaron otras competencias resultando ganadores Martín Uzal y Susana Etcheves; participaron también Enrique R. Thompson, Tito Guillem, Edic Edwards, Anny Edwards, E. C. Brewer, entre otros.

Tiempo más adelante se registran otras actividades en los courts de los ingleses, disputándose en marzo de 1924 un torneo de dobles a la americana en la que participaron numerosas parejas por la copa de plata instituida al efecto.

Aunque pudo resultar una refundación del Paraná Lawn Tenis, El 8 de octubre de 1921 quedó constituida como nueva institución el “Urquiza Lawn Tennis Club”, quedando conformada la comisión directiva de la siguiente manera: Presidente Benicio Castillo; secretario Enrique Daneri; tesorera Sta. Raquel Elizondo; capitán J. Barbaccia.  La fecha del 8 de octubre se toma de un suelto de prensa aparecido el 6 de octubre de 1955.

El Urquiza Lawn Tenis Club tuvo los siguientes presidentes: Pedro Calderón, Manuel Leiva, Toribio Ortiz, Antonio Medina, Andrés Zapata, Pedro E. Martínez, Guillermo Uriburu, José A. Pesoa y Pedro Mutio. En la temporada de 1926 fue presidente el señor Emilio F. Varona e integraron la Comisión Directiva los siguientes socios: Vicepresidente Francisco Moreno; Secretario Juan M. Chiara Vieyra; tesorero Amalio García; Comisario General  Alberto Imboden. Vocales Matías Osinalde, Mauricio Folonier; Guillermo Agüer.

sábado, 21 de enero de 2012

TENIS Y CRICKET. ENTRE RÍOS RAILWAYS ATHLETIC CLUB.

Tennis, Cricket y el “Entre Rios Railways Athletic Club”

La construcción de los ramales y las estaciones del ferrocarril de Entre Ríos, como en otras provincias del país, hizo que llegaran muchos ingleses a Paraná, ya sean directivos o empleados. Estos extranjeros eran los que mejor tenían organizada en su estilo de vida la utilización del tiempo libre practicando algún deporte.

Aproximadamente desde 1893 comenzó a funcionar en la ciudad el segundo club deportivo que fue fundado por los ingleses: el “Entre Ríos Railways Athletic Club”, que con el tiempo se identificó más con el nombre de “Club Atlético de los Ferrocarriles”. Años más tarde se lo denominaba también a dicho club: “Entre Ríos Railways Lawn Tennis and Cricket Club”

En relación al tenis, una crónica registra que el 2 de abril de 1893 un grupo de socios del “Club Atlético” (de los Ferrocarriles) había jugado un “handicap" de tenis ante una numerosa concurrencia, en la que se notaban muchas señoras y señoritas de la sociedad paranaense, a la par de los representantes de la colonia inglesa. Los premios consistían en dos raquetas, la primera regalada por el Presidente del club, señor Jabson Rigb y la segunda comprada con fondos de la sociedad. Fueron doce los jugadores que se presentaron a disputar los premios, saliendo vencedores en la lucha el señor J. H. Joice en primer lugar y el señor F. W. Bardrick segundo. La entrega de las raquetas a los jugadores afortunados fue hecha por la señora de Rigb, esposa del presidente del club. También los ingleses practicaban en la estación el juego de cricket y las distintas disciplinas atléticas.

Este deporte se continuó practicando principalmente por parte de ingleses y norteamericanos residentes en la ciudad. Para fines de setiembre de 1896 se estaba organizando una gran “tournament a lawn tennis” en el único court existente.

Hay que agregar que entre los ingleses también se practicaba el cricket, desde su llegada a la ciudad. Para enero de 1908 se realizó un importante encuentro, que destacó la prensa local:
“EL PARTIDO DE CRICKET. Un brillante triunfo para los ingleses del FCER fue el alcanzado ayer en el partido de cricket jugado contra el cuadro formado por empleados de la estancia de “Las Cabezas” de Gualeguay. El total de puntos hechos fue de 385 para Paraná contra 63  de Gualeguay. Jugaron brillantemente el ingeniero residente Mr. Garrod, y el administrador general M. Follet Holdt, el primero hizo 155 puntos y el segundo 75”.

Sin mayores datos también funcionó en la ciudad el “Paraná Young Ladies Club”, al que el gobierno provincial indemnizó con 3.000 pesos por el desalojo de su antigua cancha, que pudo estar ubicada donde se emplaza el edificio de la Escuela Centenario.

EL TENIS EN PARANÁ

HISTÓRICA FOTOGRAFÍA QUE MUESTRA EL DESARROLLO DE UN MATCH DE TENIS EN LA CANCHA DE CALLE BUENOSAIRES N° 121 DE PARANÁ

ESGRIMA EN PARANÁ

SALA DE ESGRIMA QUE PERTENECIÓ A LA 'SOCIEDAD SPORTIVA',
UBICADA EN CALLE BUENOS AIRES N° 121 DE PARANÁ

INICIO DE LA ESGRIMA EN PARANÁ

Respecto a la práctica de esgrima, comenzó a desarrollarse su práctica en forma más popular desde el año 1887, a instancia del profesor de armas Enrique Sambalino quién fundó en ese año el “Club de Esgrima”, siendo a la vez profesor en el ejército en el 12 de Infantería; luego de abandonar la ciudad por razones laborales, regresó a la misma en 1916, para retomar la enseñanza de esta disciplina.

En diciembre de 1888 solicitó al gobierno provincial una subvención  para sostener la sala de armas y tiro que ya tenía establecida en la ciudad, fundado en la razón de que su establecimiento era de instrucción provechoso para la juventud.

Si bien no se ha ubicado el primer lugar donde se practicó la esgrima, puede establecerse que el segundo espacio físico utilizado fue en la casa del señor Pistone, en calle Monte Caseros Nº 73, adonde se mudó la Sala de Armas hacia fines de abril de 1888.

Seguramente ocurrió el traslado de este militar ya que para junio de 1890 se instaló en la calle Federación Nº 40 de la ciudad el teniente Eloy Anganuzzi, de 25 años y al otro día de su arribo ya comenzó a contar con numerosos discípulos en el aprendizaje de la esgrima.

La noche del 20 de agosto de 1891 se realizó en las instalaciones del Club Gimnasia y Esgrima un importante “asalto” entre el maestro de esgrima, su hermano, el señor Leiva y el señor Puig.

Más adelante, en setiembre de 1898, el profesor Eloy Anganuzzi reanudó las clases de esgrima en el Club Gimnasia, incluyendo a los menores hijos de socios, por lo que se notaba bastante entusiasmo por esta disciplina. Las clases tenían lugar los miércoles y sábados a los 8 de la noche en dicho club.

PELOTA DE MANO. PELOTA A PALETA

Previo a la actividad en otros deportes, fueron la pelota vasca, la pelota a mano y la pelota a paleta las primeras actividades deportivas que se reconocen en la ciudad; desde la época de la Confederación Argentina, alrededor de 1853, se registran encuentros de pelota vasca; ya se ha apuntado la inauguración de la cancha “La Vizcaína”, en la zona de Puerto Viejo, en 1873 en un terreno propiedad de la Sra. Francisca U. de Muguruza, que contó con la participación de Chiquito” de Elbar. Más tarde esa cancha perteneció a los Onaindia y luego volvió a los Trachitte Muguruza.

Alrededor de 1880 ya existían en la ciudad los viejos “frontones”, siendo tal vez el más céntrico el que perteneciera a Plácido y José Echegaray, ubicada en calle Urquiza y 9 de Julio (ángulo sudoeste), que se llamó la “Cancha de Oriente” y que se inauguró por 1875 y años más tarde se trasladó a calle Peru N° 82. También había canchas “vizcaínas” o abiertas en la zona de Puerto Viejo, por ejemplo la Cancha de los Uranga (donde el vasco don Francisco Uranga, casado con doña Cándida Descarga, tenía su calera) y la cancha “del Globo” que tuvo varios dueños.

Para ubicarse mejor en ese tiempo, es digno rescatar un párrafo de “Recuerdos de mi Niñez.1877-1889” de Moisés Velasco, que rememora lo siguiente: “el juego de pelota se hacía por tantos, utilizando pelotas de aire o de goma maciza, usando ambas manos, derecha o izquierda solamente, o de revés. A las dos canchas que había en el centro, la de Juan Cortabarría y de Engracia Echegaray, sabíamos ir a jugar algún partido a 12 tantos (…), sabíamos ir también para ver partidos a guante, pala o cesta, a la cancha “del Globo”, donde sabían jugar Pepe Echegaray, José y Antonio Arce, Jenaro Benet, el negro Parreño, Miguel Laurencena y otros más. A las canchas “Vizcaya” y la de Aldasaro, que estaban en el puerto, raras veces íbamos”.

Las competencias eran  habituales y llegaron a desarrollarse varias jornadas inter departamentales, como las que se realizaban con jugadores de La Paz (E. R.). “Gran partida de pelota. Anteayer ha debido jugarse en La Paz un gran partido de pelotas entre dos “peloteadores” lapaceños y dos famosos jugadores que salieron de ésta el miércoles en el (vapor) “Luján”, uno criollo y el otro vasco. Con alguna frecuencia han venido a visitar a los jugadores del Paraná los de La Paz y casi siempre han regresado llevándose la palma del laurel y los reales de éstos. Ahora, después de largos ejercicios, bien adiestrados en el manejo de la pelota, en el sota mano, en el rebote, el revés y los tambores, los dos grandes jugadores del Paraná se han ido a hacer su partida a La Paz y tomar una revancha que ya la exige el honor de los jugadores paranaenses. Llevan un buen número de partidarios y aplaudidores y hasta copleros que canten su fama”. 

Durante esta época era el juego de pelota a mano muy popular y los campeonatos que se organizaban concitaban el interés de numerosos público. Un suelto de prensa dice lo siguiente: “¡Va pelota!!! El domingo será gran día para los afectos al juego de pelota. En la cancha de “Aurrera” se jugarán importantes partidos. Allá los vascuences” . (Aurrera: “aurrera gelditu zaretenok”: para adelante los que habéis quedado)

Para el jueves 23 de mayo de 1895 se organizó en la “Cancha Abierta del Pueblo – Plaza Euskara” (Cancha de los Uranga) una competencia dedicada a la juventud de la capital, cuya recaudación sería destinada a la compra de vestuarios para la Guardia Nacional. La entrada se fijó en 1 peso y “arriba” (desde la barranca) en 50 centavos. La Comisión Directiva encargada de esta organización estaba integrada, entre otros, por: Fermín Uzín de calle Concordia Nº 92, Miguel Micheltorena de calle Industria Nº 16, Francisco Uranga (h) de calle San Martín Nº 128 y Pedro Giovanelli de calle Buenos Aires Nº 71.

El amplio programa a comenzar a las 2 de la tarde era el siguiente:
1º.- Partido a mano con pelotas finas a 40 tantos: Equipo de los “Azules” integrado por Miguel Izaguirre, Lucio Uranga y Claudio Onaindia y el equipo de los “Colorados” por José Urruzuno, Juan Izaguirre y Cándido Uranga.
2º.- Quiniela: a mano entre los siguientes aficionados: Juan Izaguirre, José Urruzuno, Lucio Uranga, Claudio Onaindia, Miguel Izaguirre, Miguel Micheltorena, Cándido Uranga y Pedro Giovanelli.
3º.- Partido a guantes a 40 tantos, con 6 pelotas, traer y traer: “Azules”: Dr. Miguel Laurencena y Miguel Izaguirre. “Colorados”: Juan Izaguirre y Plácido Echegaray.
4º.- Partido a cestas a 40 tantos: “Azules”: José Susini y José Urruzuno. “Colorados”: José R. Montini y Juan Izaguirre. La empresa del tranvía al puerto (tracción a sangre) se adhirió a la iniciativa donando el 50 % de los pasajes en el día de esta fiesta.

Aquella competencia en la Cancha de los Uranga fue exitosa ya que produjo en la boletería 451 pesos, lo que indica que asistieron más de 500 aficionados. El producido de la donación del “Tranway Paraná” fue de 60, 80 pesos, lo que arrojó un total de 511,80 pesos para la adquisición de uniformes para la Guardia Nacional.

Los organizadores hicieron público su agradecimiento al Comandante Bravo por facilitar la Banda del Regimiento 12 de Infantería, al señor Chamoussy, por facilitar la Banda de la Policía provincial, a los que hicieron de boleteros e inspectores y a la concurrencia en general.

Respecto a los partidos jugados aquel día, en el primero a mano limpia y a 40 tantos, José Urruzuno, Juan Izaguirre y Cándido Uranga ganaron el saque lo que les permitió obtener los primeros dos tantos, notándose el favoritismo del público hacia ellos, pero los azules Miguel Izaguirre, Lucio Uranga y Claudio Onaindia demostraron una variedad de recursos que hizo suponer que extremarían sus esfuerzos en pos del triunfo. La lucha se hizo empeñosa, “todos querían hacer el juego, de adelante por ser el más lucido; a una cortada le sucedió una rasante, dos paredes, una baja o una dejada sobre el tambor que ultimaba el tanto y arrancaba el merecido aplauso. Al llegar al tanto 32, se alargó el partido a 50; el entusiasmo crecía, los azules parecía que tenían más aliento y consiguieron la victoria dejando a sus rivales en 44  tantos”.  En la Quiniela, que fue deslucida, triunfó fácilmente Claudio Onaindia.

El partido a guante fue el que más concitó la atención del numeroso público, ya que la fuerza y destreza de los azules Dr. Laurencena y M. Izaguirre y de los colorados P. Echegaray y J. Izaguirre estaban equilibradas. En los azules Laurencena fue al saque y M. Izaguirre al resto. Los colorados le dirigían el juego a éste, quien tenía que multiplicarse porque las pelotas le llegaban “vivas” y no le daban reposo. Aun no había devuelto con bolea una pelota larga de Echegaray, cuando debía responder a dos paredes de J. Izaguirre. Al disputar el 5º tanto M. Izaguirre se notó algo cansado y hubo una levantada de los “colorados” que se pusieron 14 a 11, con el aplauso del público que los hizo su favorito.

Luego se notó la recuperación de M. Izaguirre, quién devolvió una rasante de su hermano que le valió el tanto. Al entrar Laurencena al saque hizo uno tan diestro que Echegaray no pudo contestar.

“Los azules habían reaccionado, a los dos se les veía luchar con entusiasmo y lucir un juego superior; por su parte los colorados no cedían, las pelotas se prolongaban, el público no cesaba de aplaudir y con el mayor entusiasmo llegaron a igualar a 39. Aquí pedían unos que se alargara, otros que no, se oían voces, risas que dan carácter típico a esta clase de espectáculos y por fin se resolvió que se ultimara. Hizo el saque el Dr. Laurencena, Echegaray esperó para restar la pelota al bote, pero éste fue falso y no lo pudo conseguir. Los colorados habían sido derrotados, pero tan honrosamente que los aplausos correspondían por igual a los cuatro jugadores”.

Veinte años más tarde aparece el Club Pelotaris de Paraná, cuya comisión directiva adquirió un terreno en calle Rivadavia, a media cuadra del Parque Urquiza, para construir allí dos bonitas canchas de pelota a todo confort.

El 30 de enero de 1916 visitó la ciudad de Paraná el profesional de share Baltazar Astigarraga, quién enfrentó en la Cancha Vizcaína al oficial de pala local Enrique Alonso.

domingo, 15 de enero de 2012

PRIMER HIPÓDROMO DE PARANÁ

EN LA MANZANA DONDE SE VE EL MAYOR ESPACIO VERDE ESTUVO EL PRIMER HIPÓDROMO DE PARANÁ, ENTRE LAS CALLES RAMÍREZ Y NOGOYÁ (AL ESTE)

PRIMER CLUB DEPORTIVO DE PARANÁ

Primera Institución Deportiva de Paraná:
Club Gimnasia y Esgrima
Los habitantes de la ciudad ya no se conformaban con utilizar su tiempo libre concurriendo a las riñas de gallo o a las carreras cuadreras. Comenzaba a adquirir importancia la práctica de los primeros deportes. Para ello se creó el primer club deportivo de la ciudad de Paraná, según algunos afirman que su fundación data del 28 de agosto de 1889 y que su primera sede fue en Calle Buenos Aires; estuvieron entre sus fundadores personas vinculadas al partido político gobernante:
“CLUB GIMNASIA Y ESGRIMA. Tenemos conocimiento que para el primero del mes entrante quedará el club Gimnasia y Esgrima instalado definitivamente en el espacioso salón de la casa del señor Juan V. Sosa, en los bajos del “Centro Comercial”. Este local será provisorio hasta que los señores Palma construyan el que han prometido con todas las comodidades necesarias para un centro de esta clase” .

El club tuvo sus inconvenientes por parte de algunos interesados en difamarlo. En marzo de 1891 se rescata esta suelto de prensa que dice lo siguiente:
“El Club Gimnasia y Esgrima uno de los centros debidamente instalados y de tanta utilidad al público que honra a la sociedad paranaense y a la juventud que lo sostiene, desde tiempo a esta parte es víctima de uno o dos descontentos que pretendiendo hundirlo, como ellos dicen, se ocupan en buscar firmantes que renuncien a ser miembros de un centro que todo lo que merece es protección.
 El Club G. y Esgrima quizás el único centro de diversión y utilidad pública con que cuenta nuestra sociedad no decae porque dentro de sus miembros muy pocos se han hecho eco de protestas infundadas y sólo han conseguido hacer borrar seis o siete y la reprobación de todos sus miembros por hechos como el que nos ocupa y que habla muy poco en honor de quienes lo hayan iniciado.
 Se dice que este disgusto parte de que en club se hacía política: los hechos han demostrado lo contrario, pero si así fuese, nosotros seríamos los primeros en vituperar las terjiversaciones de la institución del centro que prohíbe terminantemente toda inmiscusión en política de ningún género en una sociedad puramente recreativa.
Lo volveremos a decir: creemos que el Club G. y Esgrima no debe morir por nimiedades ni susceptibilidades inocentes por no calificarlas con más fuerte epíteto, pues de lo contrario daremos  una posible idea de nuestro progreso”.

La práctica de la Pelota de Mano y Pelota – Paleta pudo haber sido el embrión para la fundación de esta primera institución deportiva en la ciudad alrededor de 1889, ya que en sus primeros años una de sus actividades más importantes fue ésta. En un suelto de prensa de setiembre de 1891 se lee: “Se invita a sus socios a Asamblea Extraordinaria para el 5 de setiembre  en su local para establecer la forma que se implementará el impuesto necesario para pagar la construcción de una cancha de pelota”. Al mes siguiente se aceleraban los trabajos para inaugurar su nueva local que funcionaría frente a la Plaza 1º de Mayo, donde estaría emplazada la nueva cancha de pelota, para lo cual se  vendían acciones, siendo Jacinto Camps el adquirente de 100, entre otros tantos y para octubre se organizaba un Asalto de Esgrima y velada literaria. Para ubicar mejor este espacio físico en la actualidad, el club Gimnasia funcionaba en lo que fue luego el primer Centro Comercial, al costado del edificio del actual Banco BERSA, esquina que originalmente fue propiedad de don Camilo Idoate.

Dentro de los pro y los contra que hacen a la práctica de distintos deportes, los hubo antes como hoy y siempre será materia de discusión. Es interesante al respecto es una nota aparecida en un diario en 1897, que dice así: CLUB GIMNASIA Y ESGRIMA. Llamamos muy seriamente la atención de la directiva de esta sociedad sobre la afluencia de menores a todas horas a la cancha de pelota que tiene el club en su local de la Plaza 1º de Mayo. Los ejercicios gimnásticos son muy buenos indudablemente pero el abuso y en la forma que allí está sucediendo puede llegar a ser pernicioso. Cuanto antes debe establecerse una reglamentación que corrija este mal”.

Muchos años después y antes de la desaparición de este club, algunos de sus asociados y simpatizantes fundaron el actual Club Atlético Instituto en noviembre de 1943 con la finalidad de dedicarse a la práctica del fútbol, construyendo sus instalaciones en la zona de chacras al este de la ciudad.

PRIMERAS CARRERAS DE CABALLOS EN PARANÁ

LAS CUADRERAS, PRIMER HIPÓDROMO Y ACTUAL HIPÓDROMO (HOY YA CERRADO)

Las carreras cuadreras que en principio se realizaban en caminos vecinales o campos adecuados al efecto y luego, con la realización de las mismas en el recién inaugurado “Hipódromo Argentino” (cuyo primer propietario fue el señor Eduardo Fernández) a partir de abril de 1887, comenzaron a ser de gran atracción popular. El emplazamiento de este hipódromo estaba en la continuidad de calle Nogoyá (camino viejo a Villa Urquiza) y Alsina (hoy Boulevard Ramírez), en el ángulo nord – oriental, que en la actualidad ocupa una escuela pública, cuyo predio fue también un depósito de la empresa de energía eléctrica.

Este primer hipódromo tenía 18 hectáreas, 80 áreas y 43 centiáreas, con linderos: por el norte con César Corte, por el sur (Calle Nogoyá por medio) con Enrique Berduc, por el este (Calle por medio) con Santiago Raffo, Armándola y Sanguinetti y por el oeste (Boulevard Alsina por medio) con Celestina Antelo de Díaz.

Luego de la habilitación municipal, el miércoles 25 de mayo de 1887 se inauguró oficialmente este hipódromo para los aficionados al sportman. La prensa se hizo eco de este acontecimiento: “Debemos decir que fue una inauguración espléndida, pues asistió una numerosa concurrencia y se efectuaron interesantes carreras. El señor Fernández se ha hecho acreedor a nuestras más vivas felicitaciones por haber dotado al Paraná de un Hipódromo que hace honor a su constructor y que llena las exigencias de los aficionados a las carreras. ¡Lástima grande que no contemos con un Jockey club! El Hipódromo será en adelante un verdadero paseo”.

Para destacar la importancia que se le dio a este nuevo emprendimiento para entretener a la afición paranaense, inmediatamente la acreditada Cochería “La Capital” de don Francisco Oddone, de calle Buenos Aires Nº 80, estableció una línea de carruajes desde la Plaza 1º de Mayo a partir del mediodía en los días de carreras, al precio de 20 centavos por persona.

Duró poco tiempo la actividad hípica organizada por Eduardo Fernández, ya que para comienzos de junio de ese año se fundó el Jockey Club Paraná, se crearon sus estatutos y se le adquirió el predio en 16.000 pesos, con todos los privilegios que tenía acordados por el municipio capitalino.

La primera actividad que organizó el Jockey Club Paraná fue para el domingo 17 de junio de ese año, teniendo el hipódromo una buena concurrencia. Algunas carreras fueron interesantes y llamaron la atención de los espectadores. Los organizadores programaron el lanzamiento del “sport” para el domingo siguiente con la concertación de una carrera entre caballos de Diógenes Aguirre y de Ricardo López Jordán (hijo), en un tiro de una vuelta al circo por la depositada de 500 pesos. El domingo 16 de diciembre de ese año hubo dos carreras de cierta importancia; en una ganó cortado un zaino del Dr. Calderón sobre “Hidalgo” perteneciente al mayor Ríos y en una carrera de carruajes ganó el de Diógenes Aguirre sobre el de Sebastián Puig. La alegría de Aguirre duró poco ya que aceptó un  desafío de Alejandro Parera para el día siguiente, en un tiro de 4.000 metros (éste le dio 200 metros de ventaja), y perdió.

Las actividades continuaron desarrollándose durante los años siguientes bajo la supervisión del Jockey Club Paraná. Para el domingo 17 de noviembre de 1889 se realizaron carreras en el hipódromo y las autoridades designadas fueron las siguientes: Jueces de Raya: Leónidas Zaballa, Alejandro Carbó y C. Ruiz Moreno. Banderas: J. Mihura, M. A. Crespo. Balanza y Cancha: Vicente Zaballa y Santiago Arteaga. Veedores: A. Uzín, C. Millán, Fortunato Ceballos, José Giovanelli.

Para el año 1896 la Comisión Directiva del Jockey Club Paraná, tras una asamblea general, quedaba integrada de la siguiente manera:
Presidente: Néstor Fernández de la Puente. Vicepresidente: Francisco Carbó. Tesorero: Baltasar Torres. Secretario: Enrique A. Tabossi, Vocales titulares: Quirse Campdesuñé, Dr. Vicente Zaballa, Marcelino T. Aspillaga, Gerónimo Montiel. Suplentes: Luis Muzio, Miguel Parera Denis, Roberto Comas, Alejandro Carbó. También se resolvió en aquella asamblea alquilar el hipódromo por 40 pesos mensuales a los señores Salustiano Martínez y Toribio Gramajo.

Así fueron desarrollándose las carreras de caballos en el antiguo hipódromo, hasta que se trasladó la actividad turfística al predio actual. El 17 de abril de 1923 fueron firmadas las escrituras de compra venta de los terrenos donde se instalaría el nuevo hipódromo ante el escribano Ezequiel Balbarrey.

Para ello se había refundado el Jockey Club Paraná y “la naciente institución se ha iniciado con buenas perspectivas y todo hace creer que en breve será una realidad la institución, durante tanto tiempo perseguida, de un hipódromo con todas las comodidades requeridas. Los iniciadores de la idea la han tomado con mucho entusiasmo y actualmente se ocupan de la colocación de las acciones, habiendo sido acogidos los trabajos con gran simpatía, por lo que a la fecha se ha suscripto un considerable número de acciones. Están también para terminarse los planos generales de las obras que se efectuarán, en los cuales, además de las pistas, tribunas y comodidades para las carreras de caballos, se incluirán canchas de tennis, golf y otros juegos, como así también espaciosos jardines. De esta manera la comisión del Jockey Club espera convertir en breve tiempo los terrenos adquiridos en un lugar de recreo y esparcimiento que a no dudarlo atraerá gran concurrencia. El hipódromo de Paraná será de todas las instituciones similares la que estará a más corta distancia de una ciudad y eso ha de ser un elemento de indiscutible valor para el éxito de la iniciativa”.

Entre fines de febrero y principio de marzo de 1924 fue inaugurada la primera parte del nuevo hipódromo de acuerdo al siguiente parte de prensa: “…tenemos conocimiento que la Comisión de Ingenieros que tiene a su cago las obras del nuevo hipódromo ha resuelto comunicar a la Comisión Directiva del Jockey Club que el local no se encontrará en condiciones de ser habilitado para su inauguración hasta fines de febrero”.

Los trabajos continuaron luego de haberse inaugurados la primera etapa y se trabajó intensamente para habilitar el tiro de 1.200 metros en una carrera clásica que se había programado por el 9 de Julio.

Finalmente se contó con la pista completa para darle inauguración el 1 de noviembre de 1924 en un día memorable, ya que se trataba de a finalización de los trabajos más difíciles y costosos que había encarado por entonces el Jockey Club. “Deben sentirse legítimamente satisfechos todos aquellos que han contribuido a llevar a feliz término una empresa que, malgrado el presagio desalentador de los pesimistas y los deseos mezquinos de los egoístas, ha conseguido triunfar ampliamente hasta lograr el patrocinio y subsidio de la institución similar de Buenos Aires. Ante el triunfo adecuado, quienes con su nombre dieron prestigios y garantías a la reciente asociación, quienes en todo momento han efectuado un apoyo moral y material, quienes desinteresadamente han puesto al servicio de la obra emprendida su capacidad y trabajo personal, los que contribuyeron a organizar el funcionamiento del hipódromo, los que con espíritu altamente deportivo y a costa de verdaderos sacrificios pecuniarios dieron vida al mismo hipódromo y en fin, a todos aquellos que el alguna forma aportaron entusiasmo y energía a la obra, debe serles particularmente grato el día de hoy”.
INAUGURACIÓN DEL HIPÓDROMO DE PARANÁ EL 1 DE NOVIEMBRE DE 1924


LA PRÁCTICA DE DEPORTES EN PARANÁ. ENTRE RÍOS

La utilización del tiempo libre. La Recreación

Hacia fines del siglo XIX la población de la ciudad de Paraná y sus alrededores comenzaba a mezclarse con la masiva corriente inmigratoria afincada principalmente en la zona de chacras y quintas. Hasta entonces las riñas de gallos, la taba, las carreras cuadreras y otras prácticas campestres, ocupaban el generoso tiempo libre de los lugareños. Los extranjeros que recién llegaban, a partir de 1878, tenían mucho que hacer para generar sus magros recursos, generalmente en el laboreo de la tierra, para pensar en disfrutar de algún tiempo libre para el esparcimiento.

Sólo como dato anecdótico, por ser una costumbre poco arraigada en esta región (como lo fue en general en el país), es digno de destacar la realización de esporádicas corridas de toros. No hay registro de su existencia más que en muy pocas oportunidades. La mas antigua de ellas data de 1900 y mereció este comentario: CORRIDA DE TOROS. Fue bastante numerosa la concurrencia que ayer asistió a las carreras de toros que se efectuaron frente al Parque Urquiza, en el local del velódromo. El público ha sido mal impresionado de este espectáculo que, a decir verdad, ha sido un verdadero fracaso”. Muchos años más tarde, para junio de 1924, se volvió a realizar una experiencia similar, esta vez en el predio que  la Sociedad Rural tenía sobre Avenida Echagüe, en las proximidades de la vieja Estación Terminal de Ómnibus, donde poco tiempo después se construyó el primer estadio del Club Paraná.

viernes, 13 de enero de 2012

FOTO DE LA PORTADA. PARANÁ F.B.C. 1907


El Paraná Foot Ball Club, nacido el 16 de junio de 1907, fue el primer equipo organizado que compitió en las lides del fútbol paranaense, realizando su primer encuentro el 24 de junio de dicho año frente a un conjunto del Colegio Nacional.
En honor a la verdad, la fotografía es del citado equipo posterior al conjunto inicial, aunque data de 1907, cuando ya había comenzado a atajar Máximo Müller (quien formó familia y radicó en San Benito). Los demás integrantes eran; Godofredo Arigós y Cayetano Blanda; Benito Turre, Alejandro Prieto y Pedro Camarero; Pedro Mutio, Ernesto Arengo, Vicente Onaindia, Aníbal Vásquez y Juan Monti.

miércoles, 11 de enero de 2012

OPINIONES PRELIMINARES VI

Finalmente, es importante destacar que en este trabajo se producen algunos vacíos de información por falta de material, pero en líneas generales se ha podido llevar medianamente una cronología de acontecimientos deportivos, futbolísticos en particular, que rescata no sólo los enfrentamientos formales de estudiantes en un principio y de los primeros clubes, sino que también indaga sobre los distintos potreros diseminados en la ciudad, los “güecos” que llamaban entonces, donde se formaron la mayoría de los primeros futbolistas paranaenses.

En el avance de las páginas se podrá conocer la formación de los primeros equipos, su desenvolvimiento dentro de los campos de juego, la incipiente rivalidad de aquellos tiempos, como así también el fervor de las hinchadas que nacieron a la par de las instituciones, cuyo comportamiento en más de una ocasión nos hace comprender que, por ejemplo, la violencia tampoco es un fenómeno nacido en esta época.

Se podrá rescatar en estas páginas datos estadísticos desconocidos y el desenvolvimiento de los clubes desde sus comienzos, incluyendo muchos que han desaparecido, como así también el origen de los encuentros clásicos de la ciudad, comenzando por el más antiguo de ellos: “Paraná F.B.C.” Vs. “Belgrano F.B.C”, que nació en 1912. Claro está que el primer clásico fue entre Paraná F.B.C. y el desaparecido Estudiantes F.B.C., que con su blanquinegra divisa se retiró de la práctica oficial del fútbol en la década del treinta.

Finalmente, se introducirán algunos datos genealógicos de los actores principales mencionados en esta investigación, con la finalidad de conocer más en profundidad la integración de cada uno de ellos en la sociedad paranaense.