DESORGANIZACIÓN EN LA FEDERACIÓN DE FÚTBOL
En este año la organización del
fútbol tuvo varios inconvenientes que motivaron la postergación del torneo
oficial por algunos meses. Según los cronistas de la época, los futbolistas
tenían por costumbre comenzar sus prácticas durante el mes de febrero, pero ese
año al finalizar el mes no se veía ningún movimiento en los clubes existentes, lo que comenzaba a preocupar, sobre todo porque el año anterior habían quedado
varios partidos sin disputarse. Desde
Según las mismas fuentes, en años anteriores en las vacaciones había una práctica continua del fútbol y el entusiasmo nunca decaía. Pero en ese año, tal vez por el cansancio propio de los exámenes finales del estudiantado, no había dedicación en la actividad futbolística[1].
La preocupación que existía no era solo por el espectáculo en sí que generaba el juego del fútbol, sino que también se tomaba como una forma de sacar de los vicios a los jóvenes de la época. Se entendía que la práctica del balompié debía ser difundida a los cuatro vientos, ya que el mismo era enemigo de los juegos de azar; cuánto más campos de juego existieran menos gente se daría por los hipódromos y garitos, de los cafés, del billar y del juego de naipes.
El fútbol se había constituido en un nivelador de razas: obreros, estudiantes, pobres y ricos, no permitía la diferencia de razas ni de colores. Se destacaba que en este juego todos en cada equipo se protegían entre sí, palpitando en común las mismas alegrías y las mismas penas. Asimismo se consideraba que este juego no provocaba peligro alguno, ya que no existían heridos ni lastimados de gravedad, pese a que se lo tomaba como un deporte viril, que le daba fortaleza física y agilidad al deportista. Aunque se insistía, por otra parte, en el necesario complemento de la gimnasia para completar la preparación[2].
El torneo de fútbol de
Recién para el 23 de junio se conoció
la nueva composición de
Presidente Juan R. Vera, vicepresidente Enrique M. Daneri, secretario G. Malmierca, prosecretario Alfredo Bogado, tesorero Martín Isauro Piedrabuena, pro tesorero Arturo Edwards, vocales Evaristo Aguiar, Antonio Pueyo, Eduardo Aliprandi y José Vicentín, intendente de cancha Daniel Carmagnac.
Esta nueva Comisión Directiva fijó el plazo de inscripción para los equipos para el 30 de ese mes y para la presentación de listas de buena fe el 7 de julio. Los hechos demuestran que no se alcanzaban a poner de acuerdo entre los distintos clubes para dar inicio al certamen anual.
[1] (“La Acción” de Paraná.Viernes 29/2/1916. B.I.P.E.R.)
[2] (“La Acción” de Paraná.Viernes 28/4/1916. B.I.P.E.R.)
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