miércoles, 11 de enero de 2012

OPINIONES PRELIMINARES IV

Fueron los alumnos de los distintos colegios quiénes asimilaron más rápido el juego que desplegaban los ingleses y su difusión fue tomada positivamente por rectores y profesores, desde la iniciativa que impulsara el escocés don Alejandro Watson Hutton, arribado al país en 1881 para dirigir el “Saint Andrew College”, e introducir la práctica de deportes, entre ellos el fútbol.

Años más tarde el mismo Watson fue quién logró en calle Venezuela al 1200 de Buenos Aires que se formalizara en mayo de 1893 la primera entidad del fútbol argentino: la “Argentina Football Leage”, siendo su primer presidente. Junto a los equipos porteños, tal el caso del primer campeón “Lomas Atletic Club”, nacieron en distintos puntos del país los equipos, generalmente vinculados al ferrocarril. También la ley de 1889 que fomentaba la práctica del deporte en los colegios hizo que en muchos de ellos comenzaran a formarse los primeros equipos.

La provincia de Entre Ríos no estuvo exenta de la práctica de este deporte desde el alumnado de sus colegios, tal como ocurrió en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, donde ya en 1901 se registraba la práctica del fútbol.

De la Revista de la Historia Entrerriana Nº 2. Año 1967,  se rescata lo siguiente:
“Fútbol. Los alumnos del Colegio practicaban este juego en el predio conocido por “campo de foot ball”, que con una extensión de cuatro manzanas, se hallaba ubicado en la parte este de la ciudad. El solar había sido cedido por la Municipalidad y la Provincia al Gobierno Nacional para que éste levante allí el nuevo edificio de la Escuela Normal, el que se terminó de construir en 1915.
Mientras tanto, convenientemente autorizado por la superioridad, esos terrenos servían de escenario a las prácticas deportivas juveniles.
A mediados de 1901, la rectoría aceptó una confrontación, a llevarse a cabo en Paraná, entre un equipo del Colegio y otro de la Escuela Normal de Santa Fe. El evento deportivo comprendería además otras pruebas  atléticas, calificadas con un puntaje establecido de antemano, y cuya suma, a la postre, señalaría al vencedor.
La delegación del Colegio del Uruguay concurrió a Paraná presidida por el propio rector, lo que habla bien a las claras de la importancia dada a esas actividades. Pero he aquí que la confrontación futbolística no llegó a realizarse - sí las otras competencias atléticas - , y ello se debió a que el equipo de la Escuela Normal de Santa Fe no se presentó a la lucha. Convencidos de que se les habían adjudicado los puntos correspondientes que, sumados a los obtenidos en las otras pruebas, consagraban vencedor al equipo del Colegio, la delegación emprendió el viaje de regreso. Mas, cual sería la sorpresa del rector al enterarse, días después, que la comisión fiscalizadora había resuelto no adjudicarle el puntaje correspondiente al partido de fútbol. Vedia, entonces, demostrando cabalmente su firme decisión de defender los prestigios del Colegio Histórico en todos los terrenos - aún en el deportivo - designó un comisión formada por personas distinguidas, residentes en Paraná, para que procediera al reclamo formal “a que este Colegio tiene derecho por la forma inaceptable en que se ha creído solucionar el caso del Foot-Ball ocurrido entre la Escuela Normal de Santa Fe y este Colegio Nacional”. Los poderes fueron conferidos a los señores: Canónigo Dr. José Viñas, Sr. Leopoldo Herrera y Dr. César B. Pérez Colman.

Este dato indica que también para esa fecha el fútbol se practicaba en Santa Fe y que si se había programado tal encuentro en Paraná, una cancha se habría diseñado para llevar a efecto ese desafío de estudiantes, lo cual hace presumir que por entonces, el año 1901, ya había en la capital provincial algunos incipientes cultores de este deporte.

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