miércoles, 11 de enero de 2012

OPINIONES PRELIMINARES V

Echando una mirada retrospectiva hacia el pasado, desde 1902 en adelante ha sido el fútbol en Paraná la expresión sana de la juventud y un vehículo al que ascendió la mayor parte de la ciudadanía paranaense, sin distingos; por el contrario, en sus comienzo las familias de sociedad eran habitué en los campos de juego. Si en sus comienzos los jóvenes corrieron detrás de una pelota sin saber bien de qué se trataba, encontraron en el profesor Cirilo Amancay Pintos de la Escuela Normal, el reglamento traducido de “puño y letra” y con él la forma de perfeccionarse en el juego.

¡Es una lástima que el estilo con que se manejan los intereses de los clubes de hoy no haya aquilatado entre sus blasones el amateurismo puro, la pasión por la divisa y la convocatoria espontánea como una consecuencia!

Sin embargo, si hoy Paraná genera deportistas profesionales de renombre, varios de ellos destacados integrantes de los seleccionados nacionales, debe hacerse notar que los tuvo siempre a lo largo de su historia. Desde el gran arquero y mejor atleta Miguel “Miguencho” Arigós que se fuera al desaparecido “Estudiantes” de Buenos Aires, siempre fueron surgiendo figuras de renombre que con honradez, desinterés y sacrificio nos representaron a nivel nacional e internacional.

En otro orden, tampoco son exclusividad de estos tiempos los entuertos y triquiñuelas entre dirigentes ya que, casi desde sus inicios, hubo varios sofocones en este sentido y tal vez, como más adelante se podrá comprobar, el principal perjudicado haya sido en los primeros tiempos el “Estudiantes F.B.C.”

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