Pese al mal tiempo reinante el domingo 3 de noviembre el
plantel de Paraná F.B.C., se trasladó a la Escuela Alberdi ,
unos kilómetros al sur de la ciudad, con la finalidad de realizar un encuentro
amistoso con el representativo de esa escuela que se venía iniciando en la
práctica del fútbol.
Al estilo de aquellos tiempos, fueron recibidos de la
manera más franca y cordial, lo que demostró la caballerosidad de los
anfitriones, sorprendiendo a los visitantes. Durante el almuerzo fueron
obsequiados con algunos números musicales y luego se trasladaron al campo de
juego para hacer una inspección del terreno, coincidiendo que no estaba en
condiciones. Pese a esto resolvieron sacarse las ganas de jugar en el barro y
dividieron las defensas y los ataques de ambos cuadros intercalándolos.
El mal estado del campo de juego no impidió la
realización de un buen partido. Fue sorpresa el buen desempeño de los jugadores
de Alberdi, quienes pusieron en evidencia su buen dominio de juego, sobre todo
la línea de forward que tenía un estilo muy bien organizado, con la conducción
de Sagasti; en la defensa estuvo bien Dupuy, alma del equipo, excelente jugador
y de grandes recursos.
ERNESTO ARENGO |
Finalizado el encuentro y luego de un refrigerio los
visitantes regresaron en el tren de la línea a la ciudad. En el andén hubo
¡vivas! Para ambos cuadros y el compromiso de devolver la visita para el 17 de
noviembre.
Respecto a este partido de práctica se originó una
pequeña polémica ya que en el diario “La Nación ” de Buenos Aires se lo mencionó como que
había ganado 4 a
1 Paraná F.B.C. cuando en realidad se trató de un partido de práctica[1].
El segundo partido se dio como estaba organizado,
llegando los alumnos de la
Escuela Alberdi en el tren del sábado 16 d noviembre por la
noche a la estación de Paraná. Al mediodía del domingo 17 fueron obsequiados
con un almuerzo en el Hotel Central, en una larga mesa, muy bien servida, que
fue encabezada por el Dr. Quiroga, Director de la escuela visitante, quien
participó de las francas expansiones de ambas sociedades deportivas.
El joven Aníbal Vásquez fue el encargado de dar la
bienvenida a los alberdinos, leyendo un buen discurso con buena realización
literaria, ofreciendo el banquete a los visitantes; hizo alusión a la necesidad
de generalizar los juegos atléticos y fomentar el desarrollo de estas
instituciones. El orador fue aplaudido repetidas veces. Luego retribuyeron
los visitantes con la palabra de
Martello, J. Acosta y Villarreal. Cerró los discursos la palabra atinada y
serena del director de la
Escuela Alberdi , Dr. Quiroga, en un discurso que tuvo el
sello de los maestros en oratoria y que mereció el reconocido aplauso.
El encuentro comenzó a las 4.45 hs. de la tarde en la Plaza de Ejercicios Físicos,
a las órdenes del referee el joven Ruperto Acebal. Ambas partes comenzaron con
muchas ganas, Paraná a los 15´ logró abrir el marcador a instancia de un rápido
y bajo disparo del joven Pedro Mutio.
Los visitantes no se quedaron atrás y redoblaron sus
esfuerzos, dando muestra de habilidad y coraje, lo que les dio como resultado
empatar a los 23´ por intermedio del diestro forward Canavesi. A los 38´ un
shot muy bien dirigido por Sagasti le dio a Alberdi la ventaja de dos a uno con
que terminó la primera etapa.
Paraná se lanzó con todas sus fuerzas en busca del empate
en la segunda etapa, lo que motivó al público asistente por el ardor y la
destreza puesta de manifiesto por los atacantes, como por los que defendían la
ventaja inicial. Los esfuerzos de los locales no alcanzaron y la victoria fue
para los alberdinos visitantes. El árbitro Acebal estuvo muy correcto en su
desempeño[2]. Con este encuentro se cerró la
temporada futbolística de aquel año.
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