jueves, 17 de octubre de 2013

LA GRAN FINAL DE LA "PRO VENCEDORES" EN 1908

Escuela Normal frente a la “Liga de Foot Ball Assosiation”
JOSÉ BELBEY
JUGADOR DE ESTUDIANTES
FUE EL ÁRBITRO DE LA FINAL
El desenlace de la semifinal puso frente a frente para la final al equipo de la  “Escuela Normal” contra la “Liga de Foot Ball Assosiation”, quiénes se enfrentaron el domingo 25 de octubre en la Plaza de Ejercicios Físicos (Campo Candioti) , disputando las once medallas de oro que donaron los empleados del ferrocarril.
Este encuentro comenzó a las 9 y 15 de la mañana; fue designado por ambos capitanes el joven José Belbey para dirigir las acciones. El comienzo de las acciones correspondió a la Liga que llevó el primer ataque, siendo rechazado por la defensa que inició un contragolpe rechazado por Noble y Clark. De esta manera con ataques por ambos bandos se mantuvo el encuentro en los diez primeros minutos.
“Pasado este lapso el “insigne” Cuadra (forward de la Normal) se apodera de la pelota corriendo y esquivando a sus contrarios por el ala derecha, cerca del arco enemigo ya, hace un pase al centro, lo toma el contra forward Chapo, pasa la pelota a Victoria y éste la patea como a cinco metros del arco saliendo desviado el tiro; la pelota pega en el poste izquierdo del arco y el goal se malogra lastimosamente, no sin que la concurrencia aplaudiera largo rato”
Los ataques de la Liga se sucedían y en uno de ellos el arquero Cazutti intervino oportunamente para rechazar un remate de Roberts. La lucha fue reñida, se dieron algunos corners, pero en la primera etapa no se logró abrir el tanteador.
Seguidamente ocurrió un hecho llamativo. La pelota  había sido tratado con tanta intensidad que quedó inutilizada para el segundo tiempo. Para esta época los balones eran importados y el más popularizado era el “Mac Greggor”. En esta ocasión no hubo más remedio que salir a buscar otra porque no había ninguna para suplantarla en el field y hubo que esperar alrededor de 50 minutos para que llegara el reemplazo.
El prolongado descanso hizo que en la segunda etapa salieran ambos equipos con mucha decisión a disputar palmo, a palmo el terreno y el dominio del juego. “Si los normales demostraron suma agilidad y condiciones favorables para el difícil juego, no podemos desconocer en los ingleses de “La Liga” la bondad de su método de combinación y la precisión de sus excelentes pases, como asimismo condiciones atléticas”.
Alrededor de los 15´ en un ataque de la línea normal y en un peloteo frente al arco enemigo, Amancio González shoteó y se produjo un entrevero de jugadores y el arquero Ricardo Arca se hizo de la pelota; cuando se dispuso a arrojarla fue pechado por uno de los atacantes de tal forma que lo hizo girar en sentido contrario, con tanta mala suerte que se le escapó la pelota y se anidó en la red. Una gran salva de aplausos festejó la conquista ya que en esos tiempos era legítima la carga al arquero dentro del área chica.
La Liga reaccionó, herida por el gol en contra, pero los estudiantes supieron resistir; en la media hora que restaba se mantuvo la tensión nerviosa de los espectadores hasta el final, porque las acciones fueron un tira y afloje constante[1].



[1] (“El Entre Ríos”. Lunes 26/10/1908. H. del A. G. de E. R.)

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